· Gráficos animados
 · Chat
 · Foros
 · TiendaMARCA
 
GRAN PREMIO DE AUSTRALIA
  Crónica Resultados El circuito Clas. General Experto
 
EL BICAMPEÓN ALEMAN LOGRA UNA CÓMODA VICTORIA CON DOBLETE PARA FERRARI
Michael Schumacher da primero
LOS DOS MCLAREN ROMPIERON EN 18 VUELTAS - SÓLO 10 MONOPLAZAS TERMINARON EL GRAN PREMIO - ESPECTACULAR ACCIDENTE DE DE LA ROSA A 200 KM/H - GENÉ FINALIZÓ EN OCTAVA POSICIÓN - GRAN DEBUT DE BMW, CON RALF SCHUMACHER TERCERO, Y HONDA, CON VILLENEUVE CUARTO
Pincha aquí para conocer las declaraciones de De la Rosa y Gené sobre la carrera


MIGUEL SANZ. Melbourne

LAS MEJORES FOTOS
Haz clic para ver las mejores fotografías del Gran Premio de Australia

Se cumplieron todos los pronósticos en la primera carrera del Mundial de Fórmula 1. El trazado urbano de Albert Park en Melbourne se llenó hasta los 125.000 espectadores, un nuevo récord, con las gradas plagadas de banderas de Ferrari, como en casi todo el mundo, que dieron la bienvenida a un campeonato vibrante, apretado e imprevisible. Como se esperaba, el Gran Premio de Australia fue la carrera loca y sorprendente de siempre, porque la fiabilidad de los monoplazas no es aún suficiente para que aguanten a alto ritmo 60 vueltas, y menos con 25 grados de temperatura en el aire y 40 en el asfalto.
Se sigue redondendo la estadística que dice que menos del 50 por ciento de los coches termina la carrera inaugural, y sólo 10 monoplazas pudieron terminar la carrera. En ese caos de humo y roturas, la dureza demostrada por los Ferrari de Michael Schumacher y Rubens Barrichello, labrada a golpe de kilómetros durante una pretemporada durísima, fue a la postre la clave de una victoria clamorosa, con doblete incluido. Schumacher alcanzó su 36º triunfo (ya es el tercer mejor piloto de la historia tras Prost y Senna), y dio a Ferrari la victoria 126 de la historia (por 123 de McLaren) y el 47º doblete para el 'cavallino', y todo ello de una forma cómoda: esperando a ver pasar el cadáver de sus enemigos.

'Perro viejo'
Schumacher ejerció de 'perro viejo' en Australia, no en vano es, tras Alesi y Herbert, el piloto más veterano del Mundial. Sabía desde los entrenamientos que los McLaren tenían muchas posibilidades de romperse y su sonrisa pese a salir tercero en la parrilla lo confirmaba. También sabía que la mejor pretemporada ha sido la suya, y que el Ferrari es ahora el coche más fiable, así que no perdió los nervios tras efectuar una mediocre salida de gran premio. Se colocó detrás de los dos McLaren y no hizo ni un solo intento de adelantarles, sólo se mantuvo a 2.5 segundos clavados las 11 vueltas que aguantó Coulthard y las siete más de Hakkinen.
Tras colocarse líder con una cómoda ventaja y repostar sin alteración alguna, sabiendo que ningún rival tenía un coche a su altura, levantó el pie del acelerador de forma drástica dejándose 'comer' por su compañero Barrichello medio minuto en diez vueltas. El único que podía hacerle sombra era Rubens, pero Michael sabía que el brasileño había cambiado su estrategia a dos paradas (para adelantar así a Frentzen, lo que luego le costó la victoria) por sólo una él y, por tanto, aunque le adelantara no habría problema, como así ocurrió. Conservar la mecánica en el infierno de Melbourne se había convertido en el objetivo principal con los dos McLaren fuera. Era la última batalla a ganar y 'Schumi' la ganó sin forzar su monoplaza, por lo que medio gran premio fue un ir y venir de vueltas a un ritmo aceptable hasta la victoria.

Cara y cruz. La alegría de los pilotos de Ferrari contrasta con la desolación de Mika Hakkinen

La fragilidad de McLaren
El 'algodón no engaña' y ya se vio en los entrenamientos que McLaren tiene dos motores de avión pero recién nacidos. En un calco de lo que ocurrió la pasada temporada, partieron líderes limpiamente en la salida, pero en apenas 18 vueltas, los dos habían abandonado por problemas en el sistema de válvulas neumáticas del motor Mercedes (en el 99 fue el cambio). Coulthard entró precipitadamente a repostar en la vuelta 10 casi medio minuto y el humo que soltaba la zona trasera de su 'flecha de plata' era premonitorio. Nada más reincorporarse, el motor expiraba y Coulthard aparcaba en el césped del trazado con el McLaren como una cafetera.
Schumacher debió sonreir por dentro mientras calculaba cuántas vueltas le quedaban de vida al coche al que seguía la estela y Hakkinen posiblemente también, pero sin sonreír. Sólo siete. El gran premio casi había terminado. Frentzen, que marchaba segundo, era el único que mantenía viva la esperanza de una sorpresa, pero un fallo en el sistema hidráulico del Jordan le dejó fuera de juego tras respostar. Para entonces ya nueve coches habían dicho adiós. Uno de ellos desgraciadamente, el de Pedro De la Rosa, que sufrió la rotura de la suspensión delantera a la salida de la quinta curva del circuito a 200 km./h cuando ya era décimo y chocó violentamente contra las protecciones. El golpe no fue frontal sino lateral y cortante, no brusco, y ello favoreció al piloto. Salió ileso, que era lo importante, y con el regusto de haber adelantado a Giancarlo Fisichella, Ralf Schumacher y Eddie Irvine en los apenas 6 giros que pudo realizar.

El Arrows promete
La sensación que ha dejado el Arrows en carrera corrobora lo visto en los ensayos: promete grandes tardes, pero esa tontería, como el propio Pedro definió, echó por tierra las esperanzas de ambos Arrows. En el mismo sexto giro, la misma suspensión forzaba a su compañero Verstappen a hacer malabarismos por la hierba del Albert Park. Una vez en box, cuando se enteraron del problema de Pedro y concluyeron que el holandés había padecido lo mismo y podría volverse a repetir, el equipo decidió no poner en peligro la integridad del piloto y retirarlo de la carrera.
Tampoco tuvo suerte Marc Gené, pues sufrió un roce con el debutante Heidfeld (Prost) en la primera vuelta y tuvo que entrar en box a cambiar el brazo de la dirección. Tras ello se dedicó a pelear constantemente con el mismo Heidfeld, el único de los debutantes que llegó a meta, aunque quien mejor sensación dejó fue Button (BMW-Williams), que marchaba sexto antes de abandonar. Los repostajes y problemas del joven alemán acabaron por colocar a Gené por delante, para protagonizar un gran final de carrera en el que pudo rodar cada vez más rápido y como premio a su buen hacer concluir noveno, aunque la postrera descalificación de Salo por irregularidades en su monoplaza le aupó a la 8ª plaza.

Gran debut. Los Williams-BMW (en la foto, el joven Button) tuvieron un magnífico debut en Australia.
El mérito de Gené
Marc saca petróleo del material que tiene, que es un excelente monoplaza al que no acompaña un motor de categoría, y su regularidad es una cualidad que explota como nadie, además de demostrar que sabe ir rápido. En las últimas vueltas del gran premio marcó su vuelta rápida, que fue el noveno mejor registro de los 22 participantes, y marchó a mejor ritmo que el grupo que luchaba por los puntos, a veces incluso, más rápido que el propio Michael Schumacher.
Este grupo fue el principal picante de la carrera desde el abandono de los McLaren. Villeneuve, Zonta, Salo y Wurz batallaron durante 20 vueltas ante la oportunidad de oro que tenían ante sí. Fuera las dos flechas de plata, los dos Jordan y los dos Jaguar, los puntos estaban al alcance de la mano. Al final, Ralf Schumacher se llevó la tercera plaza del podio, lo que supone uno de los mejores debuts (aunque en realidad es un retorno) en toda la historia de la Fórmula 1 de un motorista, en este caso BMW, un milagro en la Fórmula 1 moderna. La gloria del debut también fue completa para Honda, ya que Jacques Villeneuve logró la cuarta plaza y Zonta la sexta gracias a la eliminación de un Mika Salo muy valiente con su Sauber, con lo que el multimillonario equipo BAR consigue sus primeros puntos en la Fórmula 1. Tampoco los pronósticos habían fallado en esta ocasión, ya que Honda y BMW han demostrado que tienen la base principal, de momento no se rompen, y ahora sólo pueden mejorar constantemente.
Subir
Portada Pilotos españoles Fondos Banderas Clasificación  
   
  Envíe esta noticia por correo electrónico