El alero Charles Barkley vio cumplido su sueño de terminar su
carrera profesional vestido de jugador y lo hizo en medio de los
vítores y la aclamación que le tributaron los aficionados de los
Rockets de Houston cuando salió al Compaq Center para reaparecer
y decir adiós. Barkley volvió al Compaq Center a los 7:23 minutos
del segundo cuarto del último partido de liga en medio de una
gran ovación y de los gritos de "Charles, Charles, Charles...",
mientras sus compañeros y jugadores de los Grizzlies de Vancouver
le felicitaban. Cinco minutos después Barkley capturaba un rebote
espectacular y anotaba su primera canasta después de 61 partidos
de ausencia y los 17.000 aficionados de los Rockets gritaron aún
con más fuerza el nombre de Barkley, que sonreía más feliz que
nunca por haber vuelto a ser el gran centro de atención del espectáculo.
La temporada número 16 y la última de Barkley como profesional,
que el popular jugador había proyectado de celebración y despedida
de amigos y aficionados, se convirtió en pesadilla cuando el pasado
8 de diciembre sufrió una grave lesión de tendones en la rodilla
izquierda que le obligó a decir el adiós anticipado. Sin embargo,
Barkley no se resignó a que la última imagen de su retirada fuese
la salida en los brazos de los compañeros que le transportaron
a los vestuarios del First Union Center de Filadelfia y llevó
a cabo su mejor proceso de rehabilitación para recibir el alta
médica, a pesar de que todavía está al 70 por ciento de su recuperación
completa. "Tengo la preparación suficiente para ayudar al equipo
a ganar el último partido de liga y eso es lo que quiero hacer",
declaró Barkley antes de que comenzase el encuentro contra los
Grizzlies.
Barkley recordó que, en muchas ocasiones como profesional con
los Sixers de Philadelphia, los Suns de Phoenix y los Rockets,
equipos en los que ha militado, había jugado en peores condiciones
físicas. "Es cierto que no estoy al ciento por ciento, pero creo
que tengo las reservas físicas suficientes y las ganas más grandes
del mundo de salir al campo y volver a disfrutar de la pasión
del deporte del baloncesto", subrayó Barkley.
El alero de los Rockets, que ya trabaja como comentarista en televisión,
cerró su carrera profesional con 1.073 partidos disputados para
conseguir promedios de 22,2 puntos; 11,7 rebotes y 3,9 asistencias.
"Siempre he dicho que el deporte del baloncesto me ha dado todo
lo que deseaba en mi vida y me siento agradecido y más ahora que
también tuve la oportunidad de estar de nuevo en el campo junto
a mis compañeros", destacó Barkley. El alero de los Rockets ocupa
el número 13 en la lista de los máximos encestadores en la historia
de la NBA con 23.755 puntos y el 15 en la de rebotes con 12.545.
Sólo entre los jugadores activos, Karl Malone y el pívot Hakeem
Olajuwon han conseguido más puntos y rebotes que Barkley, que
tiene el privilegio de ser el líder de los encestadores entre
los participantes con los equipos nacionales que intervinieron
en los Juegos Olímpicos de Barcelona'92 y Atlanta'96.
"Ganar la medalla de oro en Barcelona con el equipo olímpico fue
una experiencia única, muy especial no sólo por el triunfo sino
por el ambiente que se vivió entre todos los jugadores de la NBA
que asistíamos por primera vez a unos Juegos", declaró Barkley.
El jugador de los Rockets también dijo sentirse feliz por haber
sido incluido entre los 50 Jugadores Más Grandes en la Historia
de la NBA y de haberse formado en la Universidad de Auburn.
Barkley reiteró que no sentía ninguna frustración por no haber
podido conseguir un título de campeón de liga, aunque jugó las
Finales con los Suns de Phoenix en la temporada de 1992-93, que
perdieron contra los intocables Bulls de Michael Jordan. "Pienso
que nadie va a cuestionar mi trayectoria profesional por el hecho
de no haber conseguido un anillo de campeón", destacó Barkley.
"Mi mayor éxito ha sido no sólo deportivo sino el haber tenido
el cariño y, por qué no, el rechazo de los aficionados, algo que
ha sido positivo para el deporte", agregó. Su respeto por el deporte
le llevó a decir que no está preparado para ser entrenador ni
un comentarista de primera fila sino que todavía necesita aprender
mucho más. Barkley, siempre polémico fuera y dentro del campo,
pero ideal para el espectáculo de la NBA y de los periodistas,
que encontraban siempre en él la colaboración y las originalidades,
dejará otro gran vacío, de los muchos que van quedando dentro
de la liga con la retirada de las figuras que protagonizaron la
década dorada del baloncesto profesional.
San Antonio le dejó un aviso a los Lakers
Con el pívot Tim Duncan ausente por cuarto partido consecutivo
debido a una lesión en una rodilla, San Antonio recordó a los
Lakers que todavía son los vigentes campeones, y con una increíble
reacción en el último cuarto se llevaron una victoria por 103-98
en el último partido de la temporada regular. Sin su mejor hombre
y uno de los líderes anotadores de la Liga, los Spurs lograron
remontar una desventaja de 17 puntos en el último tramo y adjudicarse
el triunfo en la prórroga, gracias a que su otro gigante, David
Robinson, anotó seis de sus 17 puntos en los minutos adicionales.
El año pasado, San Antonio barrió a los Lakers en las semifinales
de la Conferencia Oeste, lo que le condujo derecho hacia su primer
título de la NBA. Los Spurs se han asegurado la cuarta plaza de
la Conferencia y contarán con la ventaja de jugar como locales
en su enfrentamiento de primera ronda ante Phoenix Suns. Por su
parte, Los Angeles iniciarán los 'play-offs' que comienzan el
próximo sábado tras cerrar la temporada con dos derrotas seguidas.
El pasado martes, los líderes del Oeste (67-15) cayeron ante Dallas
por 112-102. En el encuentro ante los Spurs, por los Lakers, Shaquille
O'Neal anotó 22 puntos, pero sólo dos de ellos en el tercer cuarto,
mientras que en el último parcial se fue en blanco ante la férrea
defensa de San Antonio.
Séptima victoria consecutiva de los Hornets
En otro partido interesante de la jornada, los Charlotte Hornets
se clasificaron para la disputa de los 'play-offs' como cuartos
de la Conferencia Este, y además se aseguraron la ventaja de abrir
en su propia cancha, al doblegar 83-73 a Miami Heat. Los Hornets
consiguieron así su séptima victoria consecutiva gracias a los
14 puntos conseguidos por Eddie Jones y otros tantos de Anthony
Mason. En cuanto a Heat, segundos en el Este, hay que apuntar
que dejó en el banquillo a uno de sus mejores hombres, Alonzo
Mourning, para dar juego al novato Anthony Carter, que brilló
por segunda noche consecutiva al anotar 16 puntos.
En Milwaukee, los Bucks se despidieron con una victoria por 110-105
sobre los Washington Wizards del nuevo gerente Michael Jordan
y aseguraron la octava plaza del Este, pero por segundo año consecutivo
la mala suerte les persigue y ahora tendrán que abrir su 'play-off'
contra el fuerte conjunto de Indiana Pacers, líderes absolutos
de la zona.
Por su parte, los Toronto Raptors finalizaron la ronda regular
con una estrepitosa derrota, la segunda en las dos últimas jornadas,
al caer ante los Magics por 106-100, mientras que Dallas Mavericks
dejó un mal recuerdo al ya clasificado Minnesota Timberwolves
al ganar 113-107. Por último, los Detroit Pistons vencieron a
los Chicago Bulls 112-91 con 21 puntos de Jerry Stackhouse, Cleveland
a Nueva Jersey 111-108 gracias a 27 unidades de Lamond Murray
y otras 23 de Shawn Kemp, y los Boston Celtics castigaron a los
soberbios Nueva York Knicks con un marcador de 112-85.
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