Hemos convivido casi cuarenta y ocho horas con los miembros de la expedición y todo ha ido mejor de lo esperado. Confieso que no las tenía todas conmigo. Son gente tan variada, de tantos sitios, Juanito tiene tanto carácter, el experimento es una cosa tan extraña… Pero nos vamos de Panticosa Resort con la moral por las nubes y convencidos de que la expedición puede ser un éxito. Para ellos, porque están con la ilusión de subir. Para nosotros, porque va a ser un privilegio poder contar esta aventura cuesta arriba.
Noche chusquera
La primera noche ya dio idea de lo que puede ser la expedición a nivel ambiental. Juanito se puso a contar chistes chusqueros y cuartelarios con tanta gracia que nos hizo llorar de la risa. Luego, llevó la tertulia a su terreno montañero, con dos o tres anécdotas con cadáveres de por medio: "Me los acabas de poner de montaña", dijo Chema Martínez. De estas tertulias nos esperan unas cuantas en el campo base. Luego, tras las carcajadas, la gente se desinhibió por completo y todos se intercambiaron información personal del tipo cuántos hijos tienes y demás. Gervasio Deferr y Amavisca, que compartieron habitación y han congeniado perfectamente, se fueron a jugar al billar americano.