26/12/2005

Insólito: subió al Aconcagua con un perro

Después de haber estado diecisiete veces en la cumbre del Aconcagua, Juanito tiene anécdotas más que de sobra para escribir un libro, pero la que más recuerda es una que cuenta casi siempre en las frías noches del campo base, en la tienda comedor, tomando un té después de la cena. Y es que la primera vez que Juanito subió al Aconcagua lo hizo en compañía… de un perro. El hecho es tan insólito como cierto. En el año 82, en pleno invierno austral, un grupo de elite de alpinistas vascos, entre los que se encontraba Ángel Rosen, el padre de Juan Vallejo, hizo la quinta ascensión mundial en invierno al Aconcagua. En la marcha de aproximación, en Puente del Inca, el último sitio civilizado, se encontraron con una perrita y se encariñaron con ella. Y la pusieron un nombre en euskera: Beltza, que significa ‘negro’. El caso es que el animal ya no les dejó en toda la expedición, al punto de llegar con el grupo hasta la mismísima cumbre. Y algo genético debía haber en la perrita porque, con el correr del tiempo, tuvo cachorros y alguno de ellos también subió a la cumbre. Es una leyenda muy extendida en la zona y que dio una cierta fama a la expedición vasca en Mendoza y alrededores.

Mus con los ciegos
Juanito también recuerda haber jugado al mus… con los ciegos. Fue el año en que una expedición de la ONCE, con el cantante Serafín Zubiri, hizo cumbre por la ruta normal. Oiarzabal iba con otro grupo pero, amante del mus, no pudo resistir la tentación de echar una partida con aquel singular grupo de montañeros. Jugaban con las cartas marcadas, pero aquello no le quitó ni pizca de pasión a las partidas. Que se vayan preparando los compañeros actuales: Chema Martínez, Gervasio Deferr, Amavisca… Juanito asegura que el mus lo inventaron los vascos. Puede haber mucha tralla..