Según bajábamos, decía que sí, que eso sí era lo suyo. Cuando vimos el hotel, a quinientos metros, se desabrochó las botas y sonrió de nuevo. Y en el hall era el gran Gervasio de siempre. Y las noticias que nos llegan desde Barcelona, después de tener inactivo nuestro chat interno por las fiestas, son las de un Gervasio revitalizado. Hoy, durante la presentación, le pondremos las pilas de nuevo. Gervi sólo tiene una pega: el hotel de Mendoza. Es el hotel Aconcagua y lo suele utilizar el River Plate en sus concentraciones. Y Gervasio es de Boca de toda la vida. De todos modos, si tiene algún problema, puede dormir en el jardín, en la tienda de campaña...
Allá nos vemos
Se nota que se ha abierto la temporada en el Aconcagua. Hasta mi correo han
llegado mensajes de varias expediciones españolas que se marchan por estas fechas
y que quieren saber si coinciden con nosotros. Desde Gijón, Zaragoza o Santander,
quieren saber si sus previsiones de viaje y de cumbre coinciden con las nuestras.
Nos vamos el 8 de enero, estaremos sobre el 12 en el campo base y tenemos una
estimación de ataque a cima para el 24 de enero. Seguro que hay tiempo de coincidir
con casi todos en Plaza Mulas. Juanito Oiarzabal me cuenta que cada temporada
se juntan allá cerca de cuatrocientas personas de diferentes países y que es
normal convivir con gente de España durante las tres o cuatro semanas que dura
la expedición. Es un pequeño poblado que tiene en común una cosa: sentarse un
rato en la cumbre y echar un vistazo a todo lo que hay por debajo.