31/12/2005

Original: al Aconcagua sin patrocinador

Ya comentamos en su día que, con motivo de nuestro reto Aconcagua 2006, hasta nuestro correo habían llegado propuestas de todo tipo: disparatadas, razonables, atractivas, ‘vendeburras’, ‘sacacuartos’, expediciones imposibles... Desde un tipo que quería que le patrocináramos la Vuelta a España en un ‘seiscientos’ a otro que quería cruzar el Estrecho en bicicleta en no sé qué sistema. Pero ayer me llegó un correo de un grupo de montañeros catalanes que se van al Aconcagua el próximo 6 de enero. Hartos de buscar ayuda sin conseguirla, han bautizado su expedición con el nombre de ‘Al Aconcagua sin esponsor’. Se han montado una web (www.alaconcaguasinesponsor.com), seria y bien hecha y tienen la habilidad de no pedir nada, aunque en realidad lo estén pidiendo. Sólo quieren que se sepa que existen. Me han parecido de lo más original y que merecen que quede constancia de su expedición.


Empaquetando

En mi llamada diaria a Juanito, que es ya como una liturgia desde que nos metimos en este lío, le encuentro empaquetando la comida que nos vamos a llevar: “Aquí me tienes. Seis kilos de embutido ibérico, deshuesado ya. No vamos mal, no. Pero también llevamos comida de la otra, comida liofilizada. Pesa poco, se cocina bien en altura... A mí no me gusta mucho”. Pues no está tan mala. Yo la probé en el barco, en el Movistar, y se deja comer. De repente, a seis mil metros, te puedes comer unas albóndigas. Y al tiempo que prepara la comida, Juanito está preparando también la Nochevieja. ¿Cómo pasa la Nochevieja un montañero como él? ¿Dónde toma las uvas? Pues en Candanchú, en un refugio de alta montaña. Se marcha a hacer una pared de hielo, la Ruta Jacobea, en compañía de Eneko Pou.