05/01/2006

Chema Martínez se subió al pico Veleta

Sobre las tres y pico de la tarde, recibo una comunicación entrecortada. Se oye a un tío jadear y algo de viento. La cobertura va y viene. Debe ser Juanito. Hemos hablado por la mañana y estaba en el monte. Al tercer intento, me entiendo con mi interlocutor: “¡Oye! ¡Palomar! ¡Que soy Chema! ¡Estoy subiendo el Veleta!”. Efectivamente, es Chema Martínez. El atleta se ha ido a pasar una semana al centro de alto rendimiento de Sierra Nevada para seguir entrenando. ¿Es que éste hombre no se cansa nunca? El sábado, hizo marca personal en la San Silvestre y quedo cuarto. Al día siguiente, se fue a Granada y no dejó de entrenar. Ayer, subió al Veleta. El domingo, corre el cross de Fuensalida. Y por la noche, a Buenos Aires. “¡Cuando llegue arriba te llamo, que no te oigo bien!”. A la hora, vuelve a comunicar: “Me he quedado muy cerca de la cumbre. No he podido seguir porque no llevaba los crampones. Se podía llegar, pero dos montañeros que bajaban me han reconocido y me han dicho que no subiera, que estaba muy peligroso para bajar sin crampones. Pero bueno, me he hecho mil y pico metros de desnivel y me encuentro perfectamente”.

El Quijote

La universalidad de El Quijote es indudable. Es tal que ha llegado a la cumbre del Aconcagua. Fue el pasado 24 de diciembre. Javier Cantero, un montañero español, alcanzó la cima, sacó un ejemplar de la obra de Cervantes y leyó éste párrafo: “Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que anda mucho y lee mucho, ve mucho y sabe mucho”. Luego, Javier y sus compañeros firmaron el libro, lo depositaron en la cumbre e iniciaron el descenso.
Bonito, ¿no?