16/01/2006

Gervasio nos emocionó

En fin, todo lo que estaba en nuestra mano. Quizá, el único ajeno al barullo de la cumbre fue el doctor Gandía. Lleva tres noches sin dormir. El hombre se acostó sobre una roca, se conoce que hizo cuerpo con ella y se quedó como un tostón. Cuando despertó, lo reconoció: “He dormido más en este rato que en todos los días de campo base”.

Concurso de costra

Entre los expedicionarios empieza ya a haber un concurso sobre quién es el último que se ducha. Emilio Amavisca, Martín Fiz y Beatriz Guzmán están luchando por el título. Martín Fiz, además, lo justifica: “Ya veréis cuando lleguemos a la cumbre y yo, con mi capa de mugre, no tenga ni gota de frío”. En fin, ellos mismos.

No me pasa nada

Llevo tres días sin que me sucedan calamidades. Lo cual es bastante teniendo en cuenta los antecedentes hasta el momento. Lo más grave es un dolor de cabeza perfectamente soportable. No he perdido el apetito, duermo, bebo líquido en abundancia… Bueno, se me ha roto la cremallera del saco y si me tumbo sobre el costado izquierdo, la nalga derecha se me congela. El otro día comentaba Amavisca que si su mujer le viera comer sopa, no le creería. Lo mío todavía es peor. Mi madre se cree que estoy haciendo prácticas en el Washington Post.