18/01/2006

Gervasio Deferr, el rey del campo base

Le hemos dejado veinticuatro horas solo y es el tipo más conocido de Plaza Mulas. Gervasio decidió descansar ayer mientras el grupo subíamos a Nido de Cóndores. Acordamos con él unas comunicaciones por walkie a la una, a las cuatro y a las ocho y allí estaba el tío, como un clavo, ocupándose de toda la logística. Cuando bajamos, comprobamos que se había hecho con el campo base. Estuvo hasta las once jugando al ‘truco’ con no sé quién, viene a visitarle uno de allí, otro de allá, nos tenía preparada la comida a la bajada… En fin, un fenómeno Gervasio.

Me entran dudas

Estoy decepcionado. No sé si voy a subir. Se lo he preguntado a Juanito. Le he dicho que no me mienta. Y no me ha dicho ni que sí ni que no. Yo creo que no me dice que no voy a subir por pena. Sin embargo, acaba de llegar Juan Vallejo y, mientras escribo, me dice que tengo posibilidades. Yo me veo muy mal: sin fuerzas, mal aclimatado, no sé qué me pasa. Ayer me tuve que parar hasta bajando. Al lado, una expedición española ha subido a veinte de veintiún expedicionarios. Celebran la cumbre como locos. No sé si podría soportarlo si los demás llegan y yo no pero, por otro lado, ¿cuántas veces habrá tenido que darse la vuelta Juanito? Mañana me la juego. Vamos a subir otra vez a Nido de Cóndores. Si no consigo rebajar el tiempo de la ascensión o no me encuentro claramente mejor, lo dejo.