22/01/2006

¡Por fin! ¡Vaya manera de dormir!

Qué manera de sobar! Me metí en un saco fino y me eché por encima otro gordo. Y tan calentito. Abrí el ojo a eso de las nueve y media de la mañana. Antes de dormir, me hice un crucigrama de un Interviú de hace un par de siglos que circula por el campo base. Las chicas de la revista las tenemos muy vistas y, además, aquí no hay ganas de nada.

Todo para Escartín

De un tiempo a esta parte, venimos observando un fenómeno muy curioso. Líquido que se derrama en la mesa, líquido que va a parar a los pantalones de Escartín. Es así indefectiblemente, se siente donde se siente Fernando y caiga hacia donde caiga la botella o la jarra. Dice que con sus hijos, cuando les da el desayuno, le sucede igual. ¿Qué tendrá este hombre?

Los puros de Juanito

Los puros de Juanito
Como buen embajador del Puro Habano, Juanito se ha traído unos cuantos ejemplares. Ayer, en la sobremesa, se salió al fresco con una silla y, mirando a la cumbre, vio cómo se iba metiendo la jornada. Una de las veces, cruzó la médico del campo base. Juanito dio una bocanada a su puro y le preguntó: “¡Doctora! ¿Usted cree que esto es malo para ir al monte?” La doctora estaba de mal café y no le hizo ninguna gracia.