22/12/2005

Cómo afronto el reto

Subir al Aconcagua tiene dos retos. Uno periodístico y otro personal. El primero es el más importante y el que antepongo a cualquier otra cosa. Llegar a la cumbre para escribirlo, para conectar con Radio Marca, para filmar unas imágenes. Y si no llego, poner todos los medios para enterarme de lo que pasó allá arriba.

El otro, el reto personal, es secundario aunque tiene un componente tan fuerte que es inevitable que salga en crónicas o conexiones. La objetividad no existe. Existe la honradez.

En lo personal, me hace especial ilusión poder compartir una cumbre con Juanito Oiarzabal, con quien guardo una buena amistad. Para el desafío personal, me he preparado haciendo lo que me gusta: correr, andar en bici, salir al monte.

Para lo profesional, voy más tranquilo. Tengo el mejor equipo: mis compañeros en la redacción y el departamento técnico. Los técnicos nos han preparado el mejor sistema para entrar en comunicación con el mundo Marca. Por ahí, no hay problema.Y mucho menos, con los periodistas. La gente de la redacción, de internet, de la radio y de la tele puede hacer una obra de arte con una mala crónica desde el Aconcagua. Me los llevo a todos en la mochila.