EL VALENCIA SENTENCIÓ EN EL PRIMER TIEMPO A BALÓN PARADO
La falta de ambición traicionó al Olympiakos
El Valencia ha comenzado con buen pie su andadura en la Liga de Campeones después de vencer por 2-1 a un Olympiakos que dejó mucho que desear debido a su falta de ambición. Con este triunfo los locales mantienen su imbatibilidad en partidos europeos en Mestalla en los últimos ocho años.
El Valencia encarriló el partido en la primera parte gracias a dos jugadas a balón parado que acabaron en el fondo de la red del portero griego. Sin embargo, a los de Cúper les costó abrir la lata porque los jugadores del Olympiakos llegaron a Mestalla con el objetivo de mantener la portería a cero. La tensión y el juego lo pusieron los locales, mientras que los hombres dirigidos por Matzourakis se limitaron a mantener el orden y la disciplina en defensa para salir a la contra.
Giovanni era la única referencia en ataque y el brasileño no tuvo ninguna opción ante la defensa valencianista. El subcampeón de Europa quería demostrar por todos los medios que se ha ganado un respeto en la Liga de Campeones. Hasta el minuto 15 el Valencia manejó el partido a su antojo, pero un lanzamiento de Luciano desde fuera del área tras enganchar una volea asustó a los de Mestalla. Los griegos se crecieron ante la inoperancia del Valencia y poco a poco le comieron terreno, sobre todo, por la banda izquierda con un Djordjevic muy bullicioso que llevó de cabeza a Angloma. Deschamps vio que el partido se le iba de las manos y reorganizó a sus compañeros sobre el terreno de juego. Mendieta se centró y el Kily empezó a entrar por la banda izquierda con más peligro.
El Valencia practicó su mejor fútbol a partir de la media hora. Mendieta avisó con un derechazo desde 35 metros que dio en el larguero, en el minuto 33 Baraja cabeceó fuera por poco un centro desde la derecha y dos minutos después el centrocampista vallisoletano no perdonó en una jugada idéntica e inauguró el marcador. El tanto espoleó a los de Cúper, mientras que los jugadores helenos no tuvieron poder de reacción y mostraron con su apatía respecto a la portería de Cañizares. El Valencia ya dominaba con claridad el encuentro y en las postrimerías del primer tiempo Diego Alonso consiguió el segundo gol también de cabeza y tras centro de Mendieta.
Control
Tras la reanudación los equipos invirteron sus papeles sobre el césped de Mestalla, el Valencia espero agazapado en su campo, mientras que el Olympiakos fue el encargado de manejar el balón y llevar el ritmo del encuentro. Ni así. Los griegos fueron incapaces de incomodar a Cañizares que se convirtió en un espectador más. La defensa local controló muy bien la situación y nunca pasó por apuros. Djukic y Pellegrino fueron dos valladares inexpugnables. El Valencia dejó hacer y espero sus oportunidades. Diego Alonso tuvo dos ocasiones consecutivas de marcar el tercer tanto. En el minuto 64 le robó la cartera a un defensa dentro del área y su vaselina no llegó a la línea de gol. Un minuto después cabeceó fuera por poco un centro desde la derecha. Los de Cúper empezaron a gustarse. Mendieta se adornó dentro del área y su envío salió fuera. Poco después el Kily rondó otra vez el tercer tanto, pero fue el Olympiakos el que marcó en una jugada aislada tras un fallo de concentración de la defensa. Corría el minuto 73 cuando Djordjevic recogió un rechace dentro del área y batió a Cañizares después de que el balón rebotara en un defensa.
El gol griego no descompuso al Valencia que siguió buscando el tercer gol. Carboni lo tuvo en su pie derecho pero le pegó con tanta rabia que le dio al poste cuando faltaban nueve minutos para el final.