DJORDJEVIC MARCÓ DE PENALTI Y EL VALENCIA PERDIÓ SU PRIMER PARTIDO
El Olympiakos se ‘encontró’ los tres puntos
El Valencia sufrió ayer una derrota inmerecida en Atenas. El equipo griego se llevó los tres puntos a pesar de tirar sólo dos veces. El penalti con el que se encontró en el minuto 65 fue suficiente para endosar a los de Cúper su primera derrota en Europa, precisamente en el encuentro que menos lo mereció. Sin embargo, cuando tuvo oportunidad de irse al ataque, no lo hizo con mucha convicción, algo que pagó caro al final de los noventa minutos.
Al Valencia sólo le hacía falta un punto y se fue conformando con él mientras lo tuvo. Cuando quiso reaccionar, ya no quedaba tiempo. El Olympiakos decidió asediar la portería de Cañizares -como esperaba Cúper- a base de balones colgados de Djordjevic, por la izquierda, y de Luciano, desde la derecha. El equipo griego llegaba con cierta claridad, pero se desvanecía en cuanto pisaba el área, mostrando una alarmante falta, no ya de efectividad, sino de puntería. En los primeros cuarenta y cinco minutos el equipo griego, que estaba obligado a ganar, disparó sólo una vez entre los tres palos.
El Valencia, que se limitó a defender y a salir al contragolpe, otra. Los centrales valencianistas se hartaron de despejar balones aéreos. Sólo Choutos consiguió rematar de cabeza, pero muy desviado. Giovanni, ante la superioridad de Djukic y Pellegrino, intentó imponer su calidad con la pelota sobre el césped, pero la perdía en cuanto se paraba a pensar. Es probable que los valencianistas se sorprendieran de la languidez del equipo griego. Ni siquiera el ambiente fue tan infernal como en otras ocasiones, pero tampoco supieron sacar provecho de la falta de recursos del Olympiakos. Los centrocampistas no llegaban a conectar con Angulo ni Diego Alonso, ni siquiera al contragolpe, cuando la retaguardia griega estaba menos ordenada.
En la primera parte, el Valencia abusó en exceso de las entradas por la izquierda. Parri, ayer debutante, apenas entró en juego en los primeros cuarenta y cinco minutos, a pesar de que desde el banquillo Cúper se desgañitaba pidiendo algún cambio de orientación. Otro penalti En la segunda parte no cambiaron las cosas. El Valencia tuvo dos buenas oportunidades nada más empezar para adelantarse en el marcador, que dieron paso a otro período de dominio griego... por alto. Parecía que el Valencia había conseguido aburrir al Olympiakos con su seguridad defensiva. Pero Giannakopoulos, que había salido por Luciano, se encargó de hacer reaccionar a sus compañeros y a los 60.000 espectadores. Deschamps cometió un inocente penalti sobre el jugador griego, que Djordjevic ejecutó engañando a Cañizares. Al Valencia le dolió en el orgullo el tanto en contra -suponía la primera derrota esta temporada desde el 9 de septiembre- y buscó el gol como no lo había hecho hasta entonces.
La racanería del equipo griego llegó a tal extremo que se olvidó de la meta de Cañizares y optó por defender el resultado. Carew entró por Diego Alonso y Angloma por Parri en busca de un poco más de frescura. Para entonces, el equipo griego ya había cerrado filas guardando los tres puntos como oro en paño. Una jugada muy dudosa se produjo en el área griega y Vicente, que cayó tras la entrada de un jugador griego, reclamó penalti. No se pitó. Al final fue el Valencia el que rodeó la portería griega, pero el Olympiakos la cerró a cal y canto.