EL EQUIPO DE HÉCTOR CÚPER RENTABILIZA UN MAL PARTIDO
El Valencia no arriesga pero puntúa
El Valencia sacó un empate, que puede valer mucho para el pase a cuartos, pero que sabe a poco después de ver cómo en los diez últimos minutos creó más peligro que en los ochenta anteriores. Un poco más de ambición podría haber decantado la balanza del lado blanquinegro, que viene mostrando últimamemte unas preocupantes carencias rematadoras. Eso sí, la seguridad defensiva es suficiente para sumar.
El equipo de Héctor Cúper continúa en esa fase de juego indefinible en la que se sumió hace unas semanas. Ante el Panathinaikos intentó dar un giro a su juego, pero no lo consiguió. Cúper dijo que quería más alternativas de ataque que el balonazo a Carew. Se intentaron algunas internadas por las bandas, pero casi siempre se acababa buscando la cabeza del noruego. Baraja y Albelda tuvieron muchos problemas para hacerse con el mando del encuentro. Yes que Basinas y, sobre todo, Karagounis fueron muy superiores y la única forma de frenar el juego griego era a base de faltas.
Mendieta pasó inadvertido durante la primera media hora, quizá aún renqueante de su lesión muscular, pero casi siempre que tuvo el balón en los pies creó peligro. Tan claro vio el técnico Anastasiadis que la banda derecha del Valencia le iba a dar problemas que acbabó sacando a Fyssas -con una tarjeta por falta al capitán valencianista- del campo e hizo entrar a Olivares.

El gol, muy caro
Panathinaikos y Valencia tienen las defensas menos goleadas de sus respectivas ligas y por lo que se estaba viendo sobre el césped era imposible que ayer se viera algún gol. Por eso cada entrenador decidió hacer algún cambio más por si sonaba la flauta que por convicción propia de que algo podría dar un vuelco.
El ex valencianista Vlaovic sustituyó al veterano Warzycha e Ilie ocupó el lugar de Angulo. Para ese momento, a quince minutos del final, la anarquía se apoderó del fútbol. Los dos equipos tomaron una medida desesperada: llegar a la portería contraria lo más rápido posible. Se vieron ataques de los de Cúper con siete efectivos; Ilie bajaba al centro del campo a tocarla, los defensas presionaban demasiado arriba... Cualquier cosa por marcar.
El Valencia tuvo entonces su oportunidad más clara. A cinco minutos del final del partido, Carew tuvo su gran oportunidad cuando Mendieta le asistió perfectamente, que chutó demasiado escorado y paró bien Nikopolidis. Los últimos minutos minutos fueron de acoso valencianista, pero el empate era un resultado que gustaba a los dos equipos.