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R. Sociedad: Alberto; Fuentes, Pikabea
(Jauregi, min. 18), Gurrutxaga, Rekarte; Gómez, Khokhlov, Sa Pinto,
Idiakez (De Paula, min. 65), De Pedro (Aranburu, min 70); y Jankauskas.
Barcelona : Hesp; Gabri, Reiziger, F. de Boer, Zenden; Guardiola,
Cocu, Litmanen (Xavi, min.78), Figo (R. de Boer, min.73); Simao (Kluivert,
min.57) y Dani.
Arbitro: Rodríguez Santiago (Castilla-León). Amonestó
a Gurrutxaga, Sa Pinto, Frank de Boer, Cocu, Figo y Reiziger.
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El Barcelona desperdició la penúltima ocasión de tomar el liderato de
Liga y prácticamente renunció al título al quedar a tres puntos del Deportivo,
tras no pasar del empate ante una Real que aseguró la categoría en un
partido flojo de ambos equipos. Van Gaal apostó por una formación netamente
ofensiva que sin embargo dio una imagen bastante vulgar y no tuvo más
que dos ocasiones de gol en la primera mitad, una de Litmanen en un cabezazo
claro que salió fuera por poco, y un libre directo de Guardiola que sacó
Alberto en la misma línea de portería.
Javier Clemente hizo un planteamiento conservador, que sufrió además un
revés con la lesión de su central Pikabea, y así el conjunto donostiarra
se replegó en su campo para buscar las salidas de Khokhlov y el argentino
Gómez que estuvo brillante en una faceta en la que no acostumbra a destacar.
En el minuto 22 el Barcelona, que ofrecía ya un juego mediocre e impropio
de un equipo campeón, tuvo la suerte de cara para no encajar el primer
tanto en contra, cuando en un saque de esquina el ruso Khokhlov acertó
a rematar de cabeza y con Hesp batido el balón fue repelido por el larguero.
En la segunda mitad el conjunto catalán buscó con más fe la victoria,
principalmente por la mayor aportación de su mejor hombre el portugués
Figo, pero se encontró con un inspirado Alberto que realizó soberbias
intervenciones en remates de Litmanen, De Boer y Dani que llevaban mucho
peligro. La Real totalmente agarrotada desapareció del terreno de juego,
incapaz de concretar algunos de los escasos acercamientos que realizó,
con la certeza de que el Real Madrid hacía posible con su victoria en
Sevilla la permanencia en Primera, y tan sólo en un mano a mano de De
Paula ante Hesp, desbaratado por el guardameta holandés, tuvo su mejor
opción de victoria.
El aburrimiento general se incrementó todavía más cuando Van Gaal decidió
la sustitución de Figo, que había sido el artífice de los mejores minutos
de su equipo, una decisión que otorgó a la defensa realista la tranquilidad
deseada ya que apenas tuvo que trabajar desde que el portugués abandonó
el campo. |
