El Alavés se hizo con una victoria justa en el Camp Nou, consecuencia de su dominio del partido, que cortó las aspiraciones del Barcelona de alcanzar el liderato de la clasificación y provocó una pañolada de la afición, visiblemente enojada con el juego de su equipo. El triunfo del cuadro de Vitoria fue trabajado y, por lo tanto, no exento de sacrificio, pero dejó en evidencia los problemas de su rival, especialmente en ataque, cuando se enfrenta a un conjunto bien posicionado y con las ideas claras.
El Barcelona se vio sorprendido de entrada por un equipo que tocó bien el balón, presionó a la perfección en el centro del campo y encaró sin complejos la portería de Arnau. Así, el primer tiro a puerta del partido fue del Alavés, cuando Pablo aprovechó en el minuto cuatro un rechace para disparar, aunque sin precisión, a la izquierda de la meta barcelonista. La respuesta a esta ocasión alavesa la dio Kluivert dos minutos después, pero fue una mera acción esporádica y no una reacción firme del Barcelona.
En estas circunstancias, el Alavés se adelantó en el marcador cuando se cumplía el primer cuarto hora de partido, después de que Nan Ribera rompiese el fuera de jugo barcelonista y batiese a Arnau de tiro raso. La consistencia en el juego del equipo de Mané se mantuvo tras el tanto e, incluso, fueron los jugadores de la plantilla vasca los que llegaron con más criterio a la portería rival. El Alavés merecía un segundo gol, pero desaprovechó ocasiones como la de Javi Moreno en el minuto 41, a riesgo de perder su ventaja en una acción de ataque del Barcelona, como la que protagonizó Kluivert a un minuto del descanso, aunque el delantero holandés no acertó libre de marcaje en el área pequeña de la meta defendida por Herrera.
La mentalidad de la plantilla barcelonista varió en la segunda mitad y el equipo buscó con mejor criterio la portería rival, pero el conjunto de Mané respondió con un excelente posicionamiento en defensa. La fortuna se alió además con el Alavés, ya que Ronald de Boer y Kluivert estrellaron el balón en el larguero en los minutos 49 y 57, respectivamente. El Barcelona buscó en los minutos que faltaban hasta el descanso el tanto del empate, pero cayó en la precipitación, producto de su falta de ideas para superar la organizada defensa del Alavés, que se hizo merecedor del triunfo y que, de este modo, ha sumado en esta liga los seis puntos que se jugaba ante el conjunto de Louis van Gaal.