LUIS F. ROJO / Barcelona
El Deportivo dejó KO al Barcelona al conseguir su primer triunfo a lo largo de la historia en el estadio azulgrana. La Liga se convierte ahora en cosa de dos y el partido del próximo fin de semana entre madridistas y gallegos será clave. El Barcelona se queda descolgado a once puntos y ya ni siquiera un triunfo en el Bernabéu le garantiza nada. Todo lo contrario que el Deportivo que se ha recuperado del bache que tuvo hace unas semanas y se mantiene tras el triunfo de ayer a cuatro puntos del Real Madrid.

El Deportivo de ayer no se pareció en nada al de otros años. Estaban acostumbrados en Barcelona a un equipo miedoso y timorato que siempre sucumbía en el Camp Nou. Desde el primer minuto se vio que ayer iba a ser otra historia. Los de Irureta salieron dispuestos a no perder el tren de la Liga y a los cinco minutos ya se habían puesto por delante en el marcador.

Pero el Barcelona reaccionó. De hecho, hizo una excelente primera parte. Su gran figura fue Luis Enrique, el jugador en mejor forma del Barcelona. Dos acciones suyas al provocar un penalti y marcar un gol dieron la vuelta al partido. Fue un gran Barcelona, jugando por las bandas y creando ocasiones de peligro. Perdonó en exceso y eso, a fin de cuentas, le costó el partido.

La segunda parte ya empezó torcida para el Barcelona. Zenden tuvo que quedarse en el vestuario por unos problemas físicos. Entonces apareció el otro Barcelona. Ese que no tiene extremos, ese que se pierde en el centro del campo y no es capaz de crear peligro. El púbico se dio cuenta de ello y empezó a silbar a sus jugadores. Sergi y Alfonso fueron sus blancos.

El Deportivo se dio cuenta que ésta era su ocasión. Se fue estirando y metiendo al Barcelona en su área. El gol se veía venir. Y fue un ex madridista, Víctor, el que sentenció al Barcelona. Aprovechó una excelente asistencia de Djalminha para empatar el partido cuando todavía quedaban bastante minutos por jugar. Si alguien creía que los gallegos se iban a conformar con el empate se equivocó. Conscientes de la debilidad azulgrana se fueron a por la victoria y lo consiguieron en el descuento. El propio Víctor puso el balón en la escuadra después de una falta indirecta. Un gol que le mete de lleno en la lucha por la Liga y pone al Barça a pensar en la Champions.