SERGIO BARRIOCANAL / Vigo
Los ‘obreros’ del balón (con la intrusión del mago Mostovoi) tomaron posesión del insulso derbi, cambiaron los papeles, y se encargaron de recuperar el poco fútbol que se vio en Balaídos. Y sino, que me expliquen como Hélder saca un centro desde la banda a lo Figo, y lo remata Valerón de cabeza que, la verdad sea dicha, la tiene para pensar. ¿Y el gol de Djorovic? El remate del central al borde del área, dirigido a la escuadra, debió ser aplaudido hasta por los del Depor. Todo esto, todo el derbi se jugó en la segunda parte, que es donde realmente se iniciaron las hostilades.

Antes había surgido un inesperado y sorprendente cambio de papeles. Porque el Depor adquirió el balón, el control en el centro del campo y por momentos jugó incluso con comodidad. Sorpredente es que el Celta permitiera profanar su campo y su estilo. El equipo vigués había enganchado a Mostovoi a última hora, pero al que realmente añoró fue al otro ruso: Karpin. El Depor parecía haber elegido el derbi como idóneo acontecimiento para hacer un ‘lifting’ a su maltrecha imagen lejos de Riazor. Apareció mejor posicionado, aunque casi siempre le sobró un pase y le faltó el disparo.

El Celta, con ‘Gustavodependencia’, no rechazó la obligación, que no apuesta, de jugar la contra; y en esta suerte su fútbol, aunque poco hilvanado, fue mucho más directo que el del rival. Aquí entró en acción el argentino López, que aglutinó toda la ofensiva celeste: rompió por dos veces la zaga del Depor, pero falló en la ejecución, siempre al cuerpo de Molina.

Después de los dos goles el partido entró en un ida y vuelta peligroso por los espacios que se generaron y sobre todo porque el Depor perdió el centro del campo. Irureta comenzó el repliegue: fuera Tristán, dentro Fernando. Una declaración de intenciones en toda regla. Y el Celta, mucho más compacto y asentado que en la primera parte, se fue directo a por el triunfo. El gol estaba reservado para el ‘Zar’. Rescatado a última hora, el ruso, envidioso de lo que habían hecho sus compañeros, convirtió de forma sutil el gol del partido. El Depor quiso reaccionar en el último cuarto, con el recurso talismán de Turu (hubo un penalti sobre él), pero el Celta aguantó firme y se amarró a los tres puntos.