El Reto MARCA - Aconcagua'06

13/12/2005

Seis deportistas españoles en la cima de América guiados por Oiarzabal

Roberto Palomar. Madrid

Desde hoy Marca lanza un gran reto deportivo para el 2006: hollar la cumbre del Aconcagua, la montaña más alta del continente americano, con una cordada excepcional. Una expedición formada por seis históricos del deporte español, liderados por el mejor alpinista de nuestro país, Juanito Oiarzabal.

Los expedicionarios son la regatista Theresa Zabell, los atletas Chema Martínez y Martín Fiz, el gimnasta Gervasio Deferr y el ciclista Fernando Escartín. Los seis han aceptado el reto de Marca y ya se están preparando para viajar a primeros de mes con destino a Argentina e iniciar una expedición que, hacia el veintitantos de enero, debería culminar en la cumbre del Aconcagua. El Centinela de Piedra, como se conoce también a esta imponente montaña, es una mole de hielo y piedra que se eleva hasta rozar los siete mil metros de altura.

Una expedición de casi un mes de duración en la que, a través de Marca y en todos sus formatos (periódico, internet, radio y televisión) podrán seguirse todos los avatares del grupo.

Con la colaboración del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón y la equipación técnica de Grifone, Boreal y Forum, Marca va a desplegar todos sus medios en la gran montaña, desde el campo base hasta la cima, para seguir al minuto la aventura.

La ruta y la altitud

Para la ascensión al Aconcagua, Juanito Oiarzabal ha escogido la ruta normal. Un trayecto sin dificultades técnicas y asequible para deportistas de alto nivel que no tengan una gran experiencia alpina. Con todo, los expedicionarios van a tener que enfrentarse a un enemigo invisible, inevitable e inexorable: la altitud. Afrontar una ascensión y culminarla con una cumbre que está siete mil metros de altura no es fácil para nadie. Ni siquiera para los alpinistas más experimentados. El mal de altura, la hipoxia, la deshidratación, problemas de edema... cualquiera de estas dificultades pueden doblegar a quien se adentra en las faldas de una montaña como el Aconcagua. El reto está en el aire y ellos lo han aceptado.