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| G.P. DE HOLANDA |
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| CIRCUITO DE ASSEN |
Jesús Benítez |
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| Una imagen vale más que mil
palabras |
Crivillé ganó hace
un mes y medio en Francia y fue segundo en Holanda. En ocho carreras
lo hemos visto dos veces en el podio y, además, hemos podido contemplarlo
una vez en el cuarto puesto, otra en el quinto, una en el sexto
y dos veces por los suelos. Ese es el balance de resultados en esta
mitad de temporada que le sitúa en quinta posición del Campeonato,
a 46 puntos del líder Roberts. Pero existe otra valoración al margen
de las frías cifras que está por encima de las clasificaciones,
de
los objetivos matemáticos, de las estadísticas puras y duras. Y
esa perspectiva la ofrece su imagen encima de la moto. En Assen,
por fin, vimos a un hombre ambicioso que persigue un objetivo, que
busca la victoria, que cree en sí mismo, que defiende su número
1, que se viste por dentro y por fuera de campeón, que lucha sin
importarle el hecho de que la moto pega brincos, balancea, derrapa….
Olvidándose que su montura se encabrita y juega con su físico. Olvidándose
de que las cosas no han ido bien por los problemas físicos de comienzos
de año, olvidándose de que últimamente se ha caído mucho, olvidándose
de las críticas, olvidándose de los piropos, de las coronas, de
los amigos, de los enemigos.
En Holanda sólo hubo un Crivillé en la pista. Sólo un piloto de
motos. Y así es como se ganan carreras, o se acaba segundo, o tercero,
o cuarto. Y así se puede ganar un Mundial. |
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