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"Los que decían
que yo no sería campeón ahora se lo tendrán que tragar". Con esta declaración
tan rotunda se desahogó Alex Crivillé, tras conquistar el título mundial
de 500 c.c. "Por fin se ha hecho realidad mi sueño", dijo Álex,
el primer español que logra un título mundial en la categoría
reina. "Ha costado mucho trabajo, ha sido un sacrificio de muchos años,
pero se ha conseguido por fin", expresó el piloto, quien admitió que
se ha sacado de encima "el peso de una gran presión", y ahora pretende
"saborear la victoria". "Estoy encantado. Para mi currículum eso es
fantástico, es lo mejor. Voy a hacer todo por volver a conseguirlo en
el futuro. El año que viene voy a contar con mejor material incluso",
agregó.
En referencia a los que pronosticaban que no sería capaz de repetir
en categorías más grandes el título que logró en 125 c.c.,
expresó con una sonrisa que "los que decían que yo no sería campeón
del mundo ahora lo tendrán que tragar". El piloto reveló que vivió momentos
de tensión hasta el inicio de la prueba, a raíz de los problemas de
puesta a punto que surgieron durante los últimos entrenamientos.
"El sábado por la noche me quedé pensando qué hacer en carrera,
si arriesgar, si no arriesgar, pero ya al final de la prueba estaba
tranquilo", expresó, aludiendo al hecho de que su único posible rival
en la disputa por el título, el japonés Tadayuki Okada, fue séptimo.
Crivillé dedicó el título en primer lugar a su padre, ya fallecido,
a su familia, a su equipo y "a todos los que confiaron en mí" y homenajeó
al que hasta ahora era el "rey" de las pistas de motociclismo, el australiano
Michael Doohan. "Para mí ha sido muy importante haber estado al lado
de un gran maestro como ha sido Doohan. No sé si hubiera llegado tan
alto si no lo tuviera a mi lado", expresó.
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¡¡
CRIVILLÉ CAMPEÓN !!