Cuando llueve en un gran premio de Fórmula 1
21 pilotos tuercen el gesto, miran al cielo y
se hacen cruces, y sólo 1 sonríe, es Michael Schumacher.
Todos dicen que es el mejor piloto del mundo,
pero lo que es seguro es que es el mejor indiscutiblemente
bajo el agua, mucha, poca o a torrentes. Lo ha
demostrado desde su llegada al Campeonato en 1991,
pero hay varios ejemplos más claros en la memoria
de todos los aficionados.
En 1996 en el G.P. de España en Barcelona lograba
su primera victoria en Ferrari, con un monoplaza
mucho peor que el de sus rivales, y bajo un diluvio
terrible en Montmeló. Su exhibición fue tremenda
y su mito se engrandeció. Pero ya un año antes
había demostrado sus dotes de 'patinador'. En
el G.P. de Bélgica, partía 17º con el Benetton
en la parrilla de salida y cuando apareció el
líquido elemento brilló el Schumacher más auténtico,
tanto, que los adelantó a todos, uno tras otro,
y ganó la carrera. Ayer firmó el último capítulo
de su novela particular.
Era segundo en carrera, aparecieron las primeras
'gotitas' y en un visto y no visto se 'cepilló'
a Hakkinen. Sólo 15 vueltas después le había metido
20 segundos sentenciando la carrera. Los demás
hacen lo que pueden y Schumacher 'vuela'. ¿Explicación?
El propio Schumacher lo ha comentado alguna vez.
"Cuando era niño y empecé en los karts siempre
me gustó la lluvia. Los demás niños dejaban sus
karts aparcados por miedo y yo era el único en
la pista, para mí solo. Me gustaba el agua porque
sentía más el coche, notaba enteras sus reacciones,
y me acostumbré a pilotar en esas condiciones,
así que no se me da mal". Ni que lo diga.
¿Qué hay que hacer para salir en la tele?
La F-1 es la elite del automovilismo, pero una
vez dentro, entre los 22 mejores del mundo, también
hay clases, y los españoles no están precisamente
en la punta de la pirámide. Pedro De la Rosa realizó
ayer una carrera para quitar el hipo, pero la
señal oficial (no la digital previo pago) que
se ofreció a todo el mundo, evitó ver su salida
y sus 6 adelantamientos en las primeras vueltas.
Sólo su rodar en solitario y su batalla con Barrichello
(y por que era Ferrari) 'merecieron' la atención
del realizador alemán, más centrado en el caminar
solitario de Schumacher y Hakkinen y la 'apasionante'
batalla por el 10º puesto de Alesi y compañía.
¿Qué hay que hacer pues para salir en la tele?
Aunque suene duro, ser doblado por los líderes,
accidentarse (casi único momento en el que Gené
fue enfocado) o hacer algo espectacular. Cierto
es que la carrera de ayer tuvo muchos ingredientes
como para que el sexto puesto de Pedro (tercero
en algunos momentos) pasara algo desapercibido,
pero la sensación que ha quedado en España es
que los nuestros tienen que hacer el pino para
que se les vea.
Es la cruda justicia de la Fórmula 1, que reparte
el 50% de su tiempo televisivo entre Ferrari y
McLaren (según estudios oficiales) y concede minutos
de gloria a los pilotos de cada país cuando corren
'en casa'. Aunque, eso sí, los 2.000 o 10.000
abonados a la imagen digital por satélite, sí
han paladeado la heroica carrera del español.
Money es money, y el que no quiera, a comprarse
el MARCA el lunes.
|