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DE ORIGEN JUDÍO, SU FAMILIA DEBIÓ CAMBIAR SU APELLIDO
Vainsteins el sueño imposible del ONCE
JOSU GARAY # Plouay
A punto estuvo de fichar, esta pasada primavera, por el equipo ONCE. Hasta Jalabert había dado su visto bueno, pero sus buenas actuaciones elevaron el precio y Manolo Saiz decidió mirar en otro lado, aunque estaba convencido de que Vainsteins puede ser el próximo Jalabert.
Letón de nacimiento, Romans no ha tenido una vida fácil. Ni él, ni mucho menos, su familia, de origen judío. “Mi abuelo y mi padre son de origen judío y tuvieron que cambiar el apellido para no caer en manos de Stalin y Hitler”, confesaba en julio pasado, durante el Tour. “Todavía tengo un tío en Israel, en Gaza”. Su apellido original era Weinschein, pero su padre quitó la raíz semita para evitarse problemas. “Gracias a eso quizá no estamos en Siberia”.
El viejo rival de Beloki
Nacido el 3 de marzo de 1973 -tiene, por tanto, 27 años- en Riga (Letonia), Vainsteins se formó como ciclista en Flandes, donde estuvo seis años antes de irse a Italia. En 1997, después de rivalizar con Joseba Beloki en la Vuelta a Alava, donde ganó el primer sector de la última etapa, con el puerto de La Herrera por medio, corrió a prueba con el Polti, pero al año siguiente tuvo que dar el salto al modesto Kross-Selle Italia de Gianni Savio porque el equipo For 3 tenía un acuerdo con éste. Incluso probó con Mapei, pero en el reconocimiento médico, Aldo Sasi, el doctor de la súper escuadra italiana, le rechazó con el argumento de que no le parecía bueno.
En su primer año en la categoría reina ganó varias pruebas, fue undécimo del Mundial y se destapó como una gran promesa, al igual que Vinokourov, de ahí que el Caldirola se fijara en él y comprara al Kross su libertad (pagó seis millones por ella). En 1999 fue protagonista de la Tirreno-Adriático, donde se enfrentó abiertamente a Bartoli, se hizo amigo de Jalabert y sólo perdió a consecuencia de un error organizativo, puesto que un grupo de corredores se equivocaron de recorrido. Este año ganó una etapa en la Tirreno, dos etapas en la Vuelta a Renania, la Copa Bernocchi... y ha sido tercero en el Tour de Flandes y en la Clásica de San Sebastián, cuarto en la Amstel y duodécimo en la París-Roubaix.
Ahora vive en Bérgamo (Italia) mientras su mujer, Inge, que está finalizando sus estudios de psicología, y su hija Tina pasan gran parte del año en Kuldiga (Letonia), donde han comprado una viaja granja que están remodelando y en la que también viven sus padres. Hoy está previsto que firme un nuevo contrato... con el Domo-Farm Frites de Patrick Lefevre. Una vez más ha tenido que romper su contrato con el Caldirola para poder irse al Bélgica. ¿Cuánto ha tenido que pagar? 35 millones de pesetas.

 



   
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