La opinión de Jacinto Vidarte |
Joane Somarriba está escribiendo las mejores páginas del
ciclismo español de todos los tiempos, no ya sólo
del femenino, y se ha convertido ya en un punto de referencia
histórico para las que le sucedan en un deporte que ya nunca
será el mismo que antes de su deslumbrante irrupción.
El año pasado fue la primera española en ganar un
Tour de Francia, a sus 28 años, siguiendo un camino que
entre los hombres han abierto nombres como los de Bahamontes,
Ocaña, Delgado e Indurain, y sigue teniendo un porvenir
espléndido. Aunque ella dice a todo el que se lo pregunta
que no quiere correr muchos más años, que no quiere ser
para nada la Longo española ni mucho menos cumplir los 40
dando pedales, es obvio que aún no ha tocado techo. Hasta
hace poco, Joane Somarriba tenía unas aspiraciones más modestas,
incluso se había sorprendido de ser capaz de repetir victoria
en el Giro.
Pero después de lo que hizo en Francia el año pasado,
ni siquiera ella conoce sus límites. Sabe, eso sí, que no
es invencible tras su paso por los Juegos Olímpicos de Sidney.
La incógnita es hasta cuándo va a seguir a este nivel. Si
quisiera, podría hacerlo durante varias temporadas más,
porque, como ella misma ha dicho, no está 'gastada', jamás
se ha exprimido sobre la bici. Así que si se mentaliza y,
sobre todo, encuentra en este país los apoyos que hasta
la fecha le han faltado tanto a ella como a todo el ciclismo
femenino, hay campeona para rato.
|