El triunfo al sprint del holandés Jeroen Blijlevens (TVM) en el Paseo de La Castellana puso punto y final a la vigésimo primera etapa de la Vuelta a España y también de la competición, que vio la victoria final del alemán Jan Ullrich (Telekom).

Muchos intentos
Blijlevens se impuso en un apurado sprint con un tiempo de cuatro horas, seis minutos y 23 segundos, a una media de 39,7 kilómetros a la hora. La jornada, de 163 kilómetros de recorrido, tenía su punto de partida y final en Madrid, con entrada en el ya conocido y célebre circuito del Paseo de La Castellana, al que los corredores supervivientes tenían que dar un total de ocho vueltas.
Como es habitual en estas jornadas de clausura en este tipo de competiciones, las escaramuzas e intentos fueron norma habitual, pero el interés de muchos equipos por llegar en grupo a La Castellana y aspirar a una última victoria parcial que suele ser la más vistosa para los patrocinadores, eran condimentos demasiado importantes como para dejarlos pasar por alto y así fue, como siempre. Prácticamente durante toda la jornada no se produjeron datos relevantes y sólo algunos ataques que, como era de esperar, no prosperaron.

Vandenbroucke buscó la victoria
El primero de ellos llegó en el kilómetro 109, con Lelli (Cofidis) y Verziagi (Fuenlabrada) como protagonistas, aunque les duró muy poco su aventura, apenas tres kilómetros. Cuando fueron neutralizados por el grupo, se produjo la escapada más importante, aunque tampoco significativa, de la jornada, la del belga Frank Vandenbroucke (Cofidis), quien consiguió rodar en solitario durante unos 32 kilómetros y consiguió un adelanto máximo de escasamente minuto y medio.
En el kilómetro 143, ya en la cuarta vuelta del circuito del Paseo de La Castellana, Vandenbroucke fue neutralizado y ya nadie se escapó de la disciplina del pelotón. La victoria en La Castellana es demasiado valiosa como para que los equipos con velocistas no aspiren a ella, a pesar de los tirones de Roscioli y Brasi, que duran escasamente cuatro kilómetros. El ritmo comenzó a recrudecerse en el seno del pelotón y los intereses de los equipos con velocistas quedaron al descubierto. Prácticamente en fila india se inició la última vuelta al circuito de La Castellana, de 5,7 kilómetros, que al final depararon la victoria por muy apretado margen del holandés Jeroen Blijlevens, quien pasó desapercibido durante toda la Vuelta pero hoy consiguió sacar a relucir su punta de velocidad y, quizás beneficiado por la ausencia del alemán Marcel Wust (Festina), se adjudicó la victoria en la etapa final de la LIV edición de la Vuelta Ciclista a España, en cuyo palmarés Ullrich inscribió su nombre.