En las dos últimas décadas, el 'deporte rey' en nuestro país ha vivido dignamente de la aportación de mediofondistas, fondistas, marchadores y algún que otro 'lobo solitario' que destacaba en pruebas con menos tradición en las pistas españolas -léase Corbos y Angel Hernández (longitud), Carlos Salas (110 metros vallas) y el relevo de 4x400 masculino-. Teniendo en cuenta esto, las nueve medallas de Helsinki'94 -incluidas tres de oro- fueron una excelente cosecha, un lujo difícil de superar... hasta ahora.

Y es que algo está cambiando en el atletismo español. Disciplinas en las que antes no llegábamos ni a meras comparsas se presentan ahora como propicias de cara al medallero. Las nacionalizaciones de Niurka Montalvo y Glory Alozie tienen parte de 'culpa', pero sería injusto olvidar la fulgurante aparición de un hombre como Manuel Martínez, que ha revolucinado el sector de los lanzamientos en nuestro país.

El análisis pormenorizado de nuestros candidatos a los diferentes podios lo dejo para otra sección que encontrarán en este especial. Ahora, baste con decir que nuestro atletas cuentan con opciones de colgarse una medalla -en algunos casos, más bien remotas- en una veintena de pruebas, y en varias de éstas por partida doble. ¿Que no se lo cree? Pues contemos.

En el sector masculino, el más potente, nuestros muchachos pueden hacer ondear la bandera rojigualda hasta en trece disciplinas: 400 m., 800 m., 1.500 m., 5.000 m., 10.000 m., maratón, 3.000 obst., longitud, peso, disco, 20 km. marcha, 50 km. marcha y 4x400. Las chicas, por su lado, contarán con opciones de medalla en siete pruebas: 100 m., 100 m.v., 1.500 m., 5.000 m., longitud, triple salto y 20 km. marcha.

Está claro que algunas de nuestras esperanzas se verán truncadas. Un mal día, una inoportuna lesión, un codazo a destiempo... hay muchas formas de quedarse a las puertas de la gloria, pero a poco que las cosas rueden como todos esperamos, nos esperan unos días apasionantes frente al televisor.

En el Europeo de pista cubierta de Viena de este año, España -que encabezó el medallero final- dio un serio aviso a las grandes potencias. Cinco meses después, los nuestros parecen listos para remover los cimientos del atletismo continental al aire libre. Así que nadie descarte que repitamos la hazaña. Porque los baños de gloria saben mejor cuando son de oro.