TOMÁS CAMPOS | MADRID
Entre los 71 integrantes de la delegación española
se puede establecer una clara jerarquización en función
de sus metas y retos en el Europeo de Múnich. Yo distiguiría
cuatro grandes grupos. Están los que aspiran al oro,
que en esta ocasión son más numerosos que nunca;
después vendrían los que pueden colarse en el
podio pero ven lejos el cajón más alto, seguidos
por los que se contentarían con colarse en la final.
Por último, hay un amplio grupo con motivaciones diversas,
que van desde la de mejorar marca a la de coger experiencia,
pasando por la simple satisfacción de participar en un
campeonato de esta importancia, al que la Federación
les lleva como premio a una trayectoria.
Atletas que aspiran al oro.
Glory Alozie (100 m.v. y 100 m.): Aquí no están
Gail Devers ni la jamaicana Brigitte Ann Foster, sus grandes
rivales de la temporada en las vallas altas, por lo que debe
ganar el oro con relativa facilidad. Sólo la francesa
Patricia Girard se ha acercado a sus registros en Europa.
En cuanto a los 100 metros lisos, las ausencias de la ucraniana
Zhanna Pintusevich, campeona mundial en Edmonton, y la francesa
Muriel Hurtis, que este año había corrido en
menos de once segundos, abren una abanico de posibilidades
para la española de origen nigeriano en una prueba
que no es la suya pero en la que se defiende con soltura.
Marta Domínguez (5.000 m.): Su calidad es tal
que no se puede descartar que luche por el oro, pero realmente
no ha transmitido buenas sensaciones esta temporada y un campeonato
de Europa tiene el mismo nivel que un mundial, por lo que
tendrá las medallas muy caras.
Atletas que aspiran a medalla, pero no de oro.
Natalia Rodríguez (1.500 m.): La española
ya fue sexta en Edmonton y parece en forma para luchar por
las medallas, pero seguro que alguna rumano o rusa, las dominadoras
de la distancia, se lleva el gato al agua.
Niurka Montalvo y Concha Montaner (longitud): La rusa
Tatyana Kotova parece inalcanzable, pero las otras dos plazas
del podio están al alcance de las nuestras. Niurka
tiene tablas y Concha, ganas de ratificar su título
mundial junior.
María Vasco (20 km. marcha): Debe colarse entre
las rusas para subir al podio. Natalya Fedoskina es la gran
favorita, pero la pléyade de rusas entre los primeros
puestos del ránking europeo es insultante.
Atletas que aspiran a meterse entre los ocho primeros.
Mayte Martínez (800 m.): Trece atletas europeas
han corrido esta temporada por debajo de los dos minutos,
y entre ellas no está la española. Su buen rendimiento
en Edmonton, donde fue finalista, nos hace concebir esperanzas
de que repita la machada, pero las medallas están muy
caras.
Nuria Fernández (1.500 m.): Estuvo en la final
de Edmonton, pero fue última. Su reto ahora es colarse
entre las ocho primeras.
Iris Fuentes-Pila (1.500 m.): Su rendimiento en una
prueba de este calibre es una incógnita, pero su marca
de la temporada le permitiría luchar por un puesto
en la final. Ya veremos.
María Luisa Larraga (10.000 m.): Por marca,
debe luchar por meterse entre las ocho primeras. Pensar en
algo más no pasa de ser un hermoso sueño.
Carlota Castrejana (triple salto): Tiene opciones
remotas de medalla, pero lo realista es pensar en que luche
por confirmar esos fantásticos 14.51 metros y se cuele
en la gran final. Así, habría cumplido.
Atletas jóvenes a los que la Federación lleva
para que se fogeen y mejoren sus marcas: Ruth Beitia y Marta
Mendía (altura), Naroa Agirre y Dana Cervantes (pértiga),
Berta Castells (martillo), María Peinado (héptatlon),
Eva Pérez y Beatriz Pascual (20 km. marcha), relevos
femeninos de 4x100 y 4x400
Atletas maduras que van a Múnich como premio a su
trayectoria: Alice Matejkova (disco), Dolores Pedrares (martillo)
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