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GANÓ McRAE, QUE LIDERA
EL MUNDIAL EMPATADO CON MAKINEN
Sainz se retiró en el último tramo con su
Ford roto
ALBERTO GÓMEZ. Itea
·
Sainz:
"Tenía el convencimiento de que podía
ganar"
“A ver si los dioses griegos nos devuelven lo que nos quitaron
el año pasado”, comentó Luis Moya, copiloto de Carlos Sainz
(Ford), a falta de los dos últimos tramos del Rally Acrópolis.
Pero Apolo, que reside por estos lares y no fue muy benévolo
el pasado año, seguro que habla inglés y es amigo de Colin
McRae, porque ayer dejó tirado al español (aunque en la
primera etapa le salvó de marcharse a casa) y lo castigó
sin una victoria y un liderato que amasaba entre las manos.
Sainz expió no sé sabe qué culpa y sintió, con mezcla de
resignación e impotencia (y ésta empieza a rebosar en su
cabeza), cómo el motor de su Focus se negaba -por culpa
de un pistón- a continuar en el último tramo del rally.
Cuánta ingratitud para un campeón. Carlos descendió del
helicóptero que lo devolvía a la asistencia con el gesto
torvo, la gorra calada, el casco en la mano y mirando al
suelo. Moya lo precedía cariacontecido: “Algo bueno nos
quedará en la otra vida”, farfulló. A su encuentro salió
Martin Whitaker, director en Europa de Ford Racing, para
ofrecerles sus condolencias. De poco sirvieron. Carlos recogió
los bártulos y volvió a casa con lágrimas en los ojos, lamentando
la ocasión perdida. No es de extrañar. Su victoria número
24 tendrá que esperar.
El campeonato de marcas
Y lo que es peor, el liderato que había casi asegurado con
el descalabro de Tommi Makinen (Mitsubishi), se fue al traste.
McRae terminó sin agobios, ganó su tercer rally consecutivo
(tras Argentina y Chipre), logró su triunfo número 23 (como
Sainz y Juha Kankkunen) e igualó en la cabeza del Mundial
a Makinen con 30 puntos. McRae asusta. Y eso que en Ford
dieron rienda suelta a las necesidades de sus cachorros
sin dar pie a especulaciones. McRae y Sainz hicieron la
guerra civil en un último tramo tan tenso que el más leve
movimiento despertaba suspicacias en el box del equipo británico.
“No habrá órdenes de equipo”, nos confió Malcom Wilson,
director deportivo del equipo.
A Ford lo que le interesa es el campeonato por marcas, pero
esta vez no podían mancillar la dignidad de un bicampeón
del mundo que en el 2000 aguantó en su rostro la presunta
‘bofetada’ (nadie lo pudo constatar entonces) del equipo
en este mismo escenario. Sainz corrió cuanto pudo, pero
en el kilómetro 7 del último tramo (el nombre de Elatia-Rengini
II no se le olvidará), el Focus comenzó a quejarse amargamente
en tres cilindros. Nadie daba crédito a lo sucedido. Los
sinsabores se fraguan a fuego rápido, sin tiempo para reaccionar.
El día se inició con una sonrisa mayestática y se cerró
con lágrimas de incomprensión. Burns, que luego fue inmolado
en el tramo 19 con la transmisión rota, empezó dominando.
Peter Solberg, su compañero, le río la gracia y se hizo
fuerte en el segundo, para repetir Burns en el tercero.
Ahí dejaron de sacar pecho los Subaru y comenzó a inflarlo
Sainz. El español hizo ‘scratchs’ en las especiales 17,18
y 19 (hizo cinco en el rally) y echó el aliento en el cogote
de un McRae cada vez más agarrotado. El resto, ya lo saben.
La mala suerte no es patrimonio de Carlos Sainz El deporte
tiene estas cosas.
La reacción de McRae
Especialmente en deportes donde la mecánica juega un
papel primordial en el desenlace de una prueba. Y Carlos
Sainz no es la ‘víctima’, sino una víctima más dentro de
un deporte en el que el riesgo te pone en la picota o te
pasea por el infierno en décimas de segundo. Esta vez le
tocó el turno a Sainz una más de tantas-, pero el destino
reparte pedrea para todos. Colin McRae está viviendo un
sueño que hace casi dos meses era una pesadilla. El escocés,
actual colider del Mundial con Tommi Makinen, llegó a ser
cuestionado por el equipo, la afición y la prensa, después
de pifiarla en los cuatro primeros rallies del calendario.
McRae no sumó ningún punto y vivió, desde la distancia de
la clasificación, cómo Makinen y Sainz se escapaban en la
general. Dinámica inversa a la que ha vivido Makinen. El
tetracampeón del mundo comenzó fulgurante y su concurso
ha ido de mal en peor, viviendo un Via Crucis en los tres
últimos rallies, donde ni tan siquiera pisó el podio. Ya
lo advirtió el español en la víspera del rally heleno. “Una
jornada en un rally te puede dar cualquier sorpresa”, aseguró.
El campeón, de abandono en abandono
Y esas sorpresas alcanzan hasta a los patricios del Mundial.
Y si no, que se lo pregunten al desolado campeón del mundo
del pasado año, el finlandés Marcus Grönholm. Su Peugeot
se rompe con suma facilidad, ha abandonado en seis de las
siete carreras del Mundial y su equipo (también vigente
campeón) es cuarto en la clasificación tras Ford, Mitsubishi
y Subaru. La misma película que esta viviendo el piloto
más veterano del Campeonato, el francés Didier Auriol. Auriol
sólo ha terminado una carrera y fue la que ganó en Cataluña.
Y aún hay más. Richard Burns (cuyo inicio de año fue para
archivar) pugnaba por la victoria con McRae y Sainz, pero
una inoportuna salida de pista lo relegó a las catacumbas
de la clasificación. Al final, una rotura de transmisión
le obligó a abandonar el rally. Y así podríamos seguir…
Colin McRae iguala en el ránking de victorias a Sainz
y Kankkunen
Juha Kankkunen y Carlos Sainz reciben a un nuevo inquilino
en el trono de pilotos con mayor número de victorias. Colin
McRae consiguió en Grecia su cuarta victoria (nadie hasta
ahora lo había logrado en el Acrópolis), la número 23 de
su carrera e iguala el registro que hasta la fecha ostentaban
en exclusividad el español y el finlandés. Tommi Makinen
es el cuarto en discordia con 22 triunfos.
3ª
Etapa -
17 junio (514.38 km) |
Tramo |
Hora
|
Km |
14 |
8:33 |
8,25 |
1. Burns, 4:49.6; 2. C. McRae, a
2.0; 3. Sainz, a 2.8; 4. Solberg, a 4.0;
5. Rovanpera, a 4.1; 6. Makinen, a 4.8; 7. Delecour,
a 5.1; 8. A. McRae, a 9.1; 9. Loix, a 10.9; 10.
Bugalski, a 11.9; 11. Schwarz, a 12.2; 12. Hagstroem,
a 20.2; 13. Kahle, a 20.6; 14. Bakhashab, a 22.5;
15. Jean-Joseph, a 22.6.
|
15 |
9:06 |
38,69 |
1. Solberg, 25:37.4; 2. C. McRae,
a 4.9; 3. Delecour, a 7.1; 4. Sainz, a 9.1;
5. Rovanpera, a 18.0; 6. Loix, a 18.2; 7. Bugalski,
a 19.1; 8. Makinen, a 21.7; 9. A. McRae, a 25.9;
10. Jean-Joseph, a 39.4; 11. Schwarz, a 42.7; 12.
Hagstroem, a 1:01.5; 13. Thiry, a 1:05.4; 14. Kahle,
a 1:11.0;... Burns, a 2:52.9.
|
16 |
12:04
|
11,66 |
1. Burns, 9:19.2; 2. Sainz,
a 0.2; 3. Rovanpera, a 1.0; 4. Delecour, a 1.6;
5. Solberg, a 2.2; 6. C. McRae, a 4.6; 7. Makinen,
a 4.7; 8. A. McRae, a 6.7; 9. Bugalski, a 10.4;
10. Loix, a 11.5; 11. Schwarz, a 12.0; 12. Thiry,
a 15.9; 13. Kahle, a 18.1; 14. Jean-Joseph, a 21.5;
15. Bakhashab, a 26.3.
|
17 |
12:42 |
9,34 |
1. Sainz, 1:55.6; 2. Burns,
a 0.3; 3. C. McRae, a 0.4; 4. Solberg, a 1.6; 5.
Makinen, a 1.9; 6. Delecour, a 2.2; 7. Rovanpera,
a 2.4; 8. Loix, a 2.6; 9. A. McRae, a 2.8; 10. Bugalski,
a 3.3; 11. Thiry, a 3.6; 12. Schwarz, a 3.9; 13.
Lundgaard, a 4.5; 14. Kahle, a 5.2; 15. Jean-Joseph,
a 6.9.
|
18 |
13:39
|
17,13 |
1. Sainz, 13:03.2; 2. Delecour,
a 2.3; 3. C. McRae, a 2.5; 4. Rovanpera, a 3.6;
5. Burns, a 4.5; 6. Solberg, a 5.5; 7. Makinen,
a 8.0; 8. Bugalski, a 11.4; 9. A. McRae, a 13.4;
10. Schwarz, a 14.0; 11. Jean-Joseph, a 20.5; 12.
Thiry y Lundgaard, a 28.6.
|
19 |
15:07
|
8,25 |
1. Sainz, 4:49.2; 2. Makinen,
a 0.3; 3. C. McRae, a 1.6; 4. Solberg, a 3.5; 5.
Delecour, a 4.8; 6. Rovanpera, a 6.3; 7. A. McRae,
a 7.9; 8. Loix, a 8.8; 9. Thiry, a 12.1; 10. Bugalski,
a 13.1; 11. Jean-Joseph, a 18.8; 12. Bakhashab,
a 19.8; 13. Schwarz, a 23.6.
|
20 |
15:04
|
38,69 |
1. Makinen, 25:32.6; 2. Delecour,
a 3.4; 3. Solberg, a 4.4; 4. Loix, a 16.3; 5. C.
McRae, a 16.9; 6. Rovanpera, a 19.6; 7. Bugalski,
a 22.6; 8. Thiry, a 43.3; 9. Jean-Joseph, a 47.9;
10. Schwarz, a 58.8; 11. Lundgaard, a 1:02.3; 12.
Bakhashab, a 1:20.3.
|
|
|
|