E
l Tour de este año lo podríamos dividir en tres
bloques por lo que al recorrido se refiere. El primero de ellos
comprendería, a mi modo de ver, hasta la décima
etapa, en la que empezaría la montaña. En estas
primeras etapas mandarán los nervios típicos,
con el peligro permanente de caída y cortes en la parte
final de la etapa. Las diferencias se basarán en el prólogo
y, sobre todo, en la contra reloj por equipos, aunque también
es destacable la tercera etapa, porque se pasará por
parte del recorrido de las duras clásicas belgas Flecha
Valona y Lieja-Bastogne-Lieja. Este primer bloque lo podríamos
resumir diciendo: Aquí no se gana el Tour, pero sí
se puede perder.
Los Alpes y los Pirineos van enlazados
en el segundo de los tres bloques, en el que predomina la
montaña, aunque a mí me sabe a poco este año,
especialmente en lo que se refiere a los Alpes, donde hay
una etapa sólo, durísima eso sí, pero
poca cosa para las aspiraciones de los escaladores, que junto
con las tres de los Pirineos lo tienen muy complicado este
año para lucirse.
El Macizo Central marcará el tramo final, a partir
de la decimoquinta etapa, donde las fugas en solitario serán
las protagonistas. Las dos etapas del Macizo (16 y 17), aportan
un terreno donde el equipo del líder puede ser puesto
en apuros, ya que se trata de un recorrido rompepiernas en
el que es muy difícil controlar las escapadas y donde
podría darse el caso de que el líder se quedase
solo y en tal caso pasaría una jornada muy complicada.
La experiencia y la renta que tenga sobre sus rivales, serán
determinantes si las cosas se ponen muy difíciles.
Mi favorito vuelve a ser Lance Armstrong.
Si las principales diferencias se establecen en las contra
reloj, el americano lo tiene todo a favor. Su equipo ha demostrado
que rueda fuerte en la crono por escuadras y Lance no tiene
tampoco problemas, tanto en la lucha individual como en la
montaña. Todo ello unido a la experiencia y la confianza
que tiene en sí mismo, le hacen muy difícil
de batir. Los únicos capaces de estar a su nivel pueden
ser Jan Ullrich y Joseba Beloki. El alemán tendrá
la ayuda en su equipo de Kloden, pero el americano tendrá
a su lado a Roberto Heras. Beloki debe confirmar el tercer
puesto del año pasado, algo para lo que no creo que
tenga problemas. Es un corredor en gran forma y, en un año
en el que ha corrido lo justo, puede incluso dar el salto
y lograr la victoria rodeado como está por un equipo
potentísimo para todos los terrenos. Si yo fuera Lance,
estaría muy pendiente del español.
Además de Beloki y Heras está Casero. Junto
a los dos grandes líderes contamos con otro favorito,
que es Angel Casero. Ha realizado un año muy escondido,
trabajando y preparando con gran meticulosidad este Tour.
También hay que contar con Igor González de
Galdeano, aunque su inconveniente puede ser que debuta este
año y eso se paga a veces, así como Mancebo,
que con sus compañeros, está en un equipo que
atacará en la montaña, como el Kelme de Oscar
Sevilla que ambiciona estar cerca del podio, y el Euskaltel,
que debuta y tendrá como aspiración ganar una
etapa, tal vez con Etxebarria, así como consolidar
a su hombre con más proyección, Haimar Zubeldia.
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