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| PERICO
CREE QUE HAY UNA DOBLE MORAL EN EL CICLISMO |
| Ya no importa la salud |
 La
organización del Tour y la Unión Ciclista Internacional viven
tiempos de euforia. Parece que las medidas tomadas en la lucha
contra el dopaje, basadas en muchos controles, están dando sus
frutos al no producirse escándalos relacionados con el tema.
Todas esas medidas están basadas en salvaguardar la salud del
ciclista y para eso se hacen los clásicos controles de orina,
los más modernos de sangre, así como los controles longitudinales,
para evitar el uso de productos ‘peligrosos’.
Todo ello con la colaboración de ciclistas y directores, que
al final es a los que se termina dando la espalda. Todo eso
queda muy bien de cara al escaparate. Pero si tanta preocupación
hay por la salud del corredor, hasta qué punto se puede entender
que haya seguido en carrera Vaughters, con el consiguiente riesgo
para su integridad física, con el problema que sufría.
Incluso, era un riesgo para el resto de corredores, porque al
no tener visión en un ojo podía provocar una caída. Tras ver
un caso tan claro de necesidad de un medicamento de esos llamados
‘peligrosos’ (en este caso cortisona), para proteger la salud
de un ciclista, uno se pregunta si realmente importa algo esa
salud o sólo interesa mantener una imagen, aun a riesgo de perjudicar
gravemente a alguien.
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