Freire se impuso ayer en un sprint en el que había muchos gallos, dando
el triunfo precisamente al equipo que menos había trabajado. Ha arrancado
con mucha fuerza aprovechando que estas etapas le van muy bien. El se
sabe hacer el sprint solo y eso tiene la ventaja de que puede moverse
a su aire, por donde quiere y puede, aunque puede verse cerrado en algunas
ocasiones.
Está claro que es un hombre que coge la forma con facilidad, con pocos
kilómetros en las piernas, y tiene una punta de velocidad que le permite
ganar incluso sin estar a tope. Lo malo es que por lo que se ha visto,
es un corredor que se ‘rompe’ cuando le aprietan durante dos meses.
Ese es su punto débil y es lo que tanto él como, sobre todo, su equipo
deben cuidar. Tendrá que elegir muy bien su calendario, las pruebas
en las que quiere estar bien, y no exprimirse durante mucho tiempo intentando
aprovechar la forma.
Para los Juegos tendrá más moral con las victorias que consiga y además
ha demostrado que está bien físicamente. La Vuelta la va a dar ese ritmo
de competición que necesita. Está claro que en Sidney puede tener opciones,
pero quizás le va a perjudicar todo el favoritismo que acumule.
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