Aunque desde fuera pueda parecer que no son nada, las etapas como la
de ayer son de muchísima tensión, y más aún al día siguiente de un día
de descanso y en vísperas de otro, porque sale la gente con más ganas
de armarla y lo dan todo. Hemos visto que Heras está más motivado que
en Albacete y, aunque es difícil que te pillen dos veces, los demás
han intentado probarle. Señal de que le tienen miedo.
El, por contra, cada día sale más motivado, al igual que su equipo.
Parece que no, pero más de uno de los compañeros de los líderes se habrán
llevado ayer una buena paliza para conseguir que todos estuviesen en
el primer grupo. Todos menos Tonkov, que curiosamente en Arcalís parecía
ir entrando en forma. Igor, pese a los problemas musculares de los que
se habla, salvó el día y le vendrá bien la segunda jornada de descanso,
aunque no se pueden hacer milagros. Se está viendo que la primera semana
tan intensa está pasando factura.
Creo que para el corredor es peor que haya dos días de descanso tan
seguidos, porque rompen el ritmo de la carrera y la concentración. Serán
buenos para aquellos que estén un poco tocados, pero los que se están
jugando la carrera pueden ver cortado el ritmo, relajarse, y eso luego
no suele sentar muy bien.
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