Como se esperaba, la gente que perdió tiempo en la crono salió con ganas
de batalla, en especial el Kelme. Se ha visto que los hombres de Vicente
Belda tenían muchas ganas, no sé si demasiadas, de que llegase la montaña,
y se lanzaron a una ofensiva que les valió para ganar la etapa, pero
gastaron muchas fuerzas. No hay que atacar por atacar, sino que hay
que hacerlo cuando se puede hacer daño, como en la etapa de hoy, que
será una de las claves de esta Vuelta.
Olano pagó el esfuerzo de la contra reloj y Ullrich, que parecía ir
bien toda la etapa, acabó cediendo al final, señal de que no está tan
bien como todos creíamos. Del resto, Heras y Casero estuvieron a buen
nivel, al igual que Escartín, pero realmente será hoy cuando veamos
dónde está cada uno. Será el tercer día consecutivo de esfuerzos y eso,
para el que no esté bien, será definitivo, porque tras una primera semana
tan complicada no recuperará de un día para otro.
ONCE hizo una buena maniobra al meter a Santos González en la escapada,
porque ahora tiene a dos hombres bien colocados, sin olvidar a Zarrabeitia,
y además supondrá un aliciente moral, aunque será camino de Arcalís
donde veamos cómo responden las fuerzas.
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