La etapa ha permitido ver muchas cosas, aunque no haya habido diferencias, y mucho más que habrán visto los corredores desde dentro, porque allí se ven detalles que te dejan bien claro quién está bien y quién no. El desarrollo que lleva cada uno, el pedaleo y si abre mucho o poco la boca son pequeñas cosas que dejan ver cómo está cada cual.

Lo más importante que se ha visto es que Ullrich está siempre pendiente de Armstrong. Es su punto de referencia y eso para el americano es un buen síntoma, porque el hecho de que Ullrich no tenga una idea clara de cómo estar en la carrera significa que Lance va a poder ir a su aire sin tener que preocuparse por el alemán, que no le va a atacar salvo que él falle.

Entre los que se ha visto que están bien se encuentran tanto Beloki como Igor, mientras ha quedado claro que Casagrande está fuera de la general.
Por otra parte, nadie coge la responsabilidad y eso va a seguir así hasta que pase la contra reloj por equipos. Sólo tiró el Telekom, pero en su caso era para buscar el triunfo de etapa con Zabel, mientras que el US Postal sólo se preocupa de que Armstrong no pierda tiempo. Eso tiene dos lecturas: por un lado es bueno poder ganar etapas y salvar así parte del Tour, mientras que por otro lado eso desgasta unas fuerzas que podrían echarse en falta luego, cuando llegue la hora de la verdad.