Como
el año pasado, Armstrong ha optado por emplear la táctica
que mejor le va, esconderse durante toda la etapa para aprovechar
al final su explosividad. Y una vez más le ha salido
bien. El americano y Ullrich son dos corredores totalmente
diferentes. Lance es explosivo y por eso le interesa una carrera
más lenta y atacar en el último puerto, mientras
que Ullrich es un corredor de ritmo, por lo que ha intentado
poner una marcha más alta, aunque al Telekom le ha
perjudicado el viento que soplaba con fuerza en el Glandon.
Son dos formas de correr, pero
a Armstrong le ha salido mejor. El alemán ha cometido
el error de repetir la misma táctica del año
pasado, en lugar de intentar complicarle la vida a Armstrong
de la manera en que quizá le podía hacer más
daño, mandando a Kloden por delante, que ayer estaba
sensacional. Lance tiene el problema de que su equipo está
un poco tocado y es así como puede complicarle
la vida. Tácticamente ganó Armstrong y los alemanes
tropezaron de nuevo en la misma piedra.
Hoy veremos si le vuelve a sacar
diferencias en la cronoescalada, porque de ser así
sí que se le complicaría mucho la cosa a Ullrich.
De lo contrario, el Tour es largo y Jan es de los que van
a más con el paso de los días. En cuanto a los
españoles, han estado bien, dejándose llevar,
y ahora ya saben quién está fuerte en cada equipo,
con lo que los otros, como Igor o Botero, tienen ahora claro
que les toca intentar complicar la vida a sus rivales.
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