En consonancia con las nuevas tendencias, la Vuelta comienza con una
contra reloj en lugar de hacerlo con un prólogo propiamente dicho, lo
que supondrá las primeras diferencias sustanciales, sobre todo si tenemos
en cuenta que hoy en día, sobre 13 kilómetros, puede sacarse más ventaja
que, por ejemplo, en la primera de las etapas de media montaña: la del
Catí.
Aunque ahora estemos hablando de segundos, las diferencias van a ser
importantes sobre todo en el aspecto moral. Unos van a salir reforzados
de esta crono y a otros les va a parecer que se les escapa el tren ya
desde el primer día. El gran favorito para ganar esta crono es el mismo
del triunfo final en la Vuelta: Jan Ullrich. Tras el Tour y el momento
de forma en el que se le ha visto, él debería ser el ganador hoy, salvo
sorpresa que podría encarnarse en la persona de Abraham Olano.
La otra lucha es la de los escaladores: ver quién cede menos tiempo
frente a los contrarrelojistas. Porque, aunque parezca mentira, las
diferencias que haya hoy pueden influir cuando lleguen las otras llegadas
en alto, ya que a unos les permitirá tener sangre fría y a otros les
obligará a ser más ofensivos.
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