En esta Vuelta se están produciendo bastantes quejas de los directores
y corredores sobre la manera en que están llevando la carrera los jueces
árbitros. Unas veces porque no cortan los coches en situaciones críticas
como los abanicos; otras porque admiten con demasiada benevolencia ‘faltas’
que favorecen a algunos corredores en situaciones comprometidas. Da
la sensanción de que no tienen criterio para ser imparciales.
En muchos casos esto se arreglaría con la colaboración de todos, directores
y ciclistas, pero a éstos les da miedo, pues a la larga siempre hay
un momento en que se pueden ver beneficiados y prefieren callar, alegando
que no tienen que hacer de jueces y que se las ingenien como puedan
para hacer una carrera justa. Y hablando de justicia, no hubo mucha
en el Angliru, porque a pesar de que se vivió un grandísimo espectáculo
de ciclismo, también se dieron muchos casos de espectadores empujando
a los corredores, formando verdaderas cadenas humanas. Incluso algunos
corredores eran los que animaban a los ‘empujadores’ para que se esforzasen
más en su tarea. Algunos de esos, al día siguiente, son los que atacan.
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