Aunque Juan Fernández no se cansa de repetir que es demasiado pronto
para coger el liderato, yo soy de los que creen que nunca es pronto
para cogerlo, y más si se hace en una etapa clave como lo fue la de
Andorra. Salir con el jersey oro de allí es algo sensacional. A lo que
se refiere Juan es al problema que va a tener para controlar la carrera
y sobre todo los ataques del Kelme, especialmente tras la baja de Di
Grande, que era un hombre que podía arropar a Angel Casero en la montaña.
El equipo del líder se desgasta y Casero puede quedarse solo, en eso
tiene razón Juan Fernández, pero también creo que en estas situaciones
siempre hay que contar con las tácticas de otros equipos que acaban
favoreciendo al líder.
Por eso pienso que es mejor así, que tener a todo el equipo y no acercarte
nunca al jersey oro. La etapa de hoy será de nuevo nerviosa, corta y
con el viento de costado que suele haber siempre en Zaragoza, pero hay
que tener en cuenta que los abanicos son diferentes a estas alturas
de carrera, convirtiéndose más en abanicos de protección que en un intento
serio de cortar el pelotón. Dos factores son lo que hacen que estos
abanicos sean menos peligrosos a los del inicio de la Vuelta: los equipos
ya han perdido efectivos y con el paso de las etapas las fuerzas han
disminuido. Además, tras la montaña los escaladores salen menos dañados,
por lo que son menos vulnerables que antes.
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