De nuevo Oscar Freire nos ha dado un motivo para la alegría. Sus apariciones
en la competición se cuentan a menudo con alguna victoria y eso siempre
es bueno para el ciclismo español. Sin embargo, es difícil decir hasta
dónde puede llegar. Es posible que con las grandes vueltas no pueda,
pero sí que es el mejor clasicómano a nivel mundial, uno de esos corredores
de los que tan necesitado está nuestro ciclismo para brillar en las
grandes clásicas.
Oscar sube bastante bien los puertos en pruebas de un día y tiene una
punta de velocidad para sprintar como el mejor, así que sólo le falta
una experiencia que le permita ir sumando éxitos. Bartoli puede ganar
una Lieja-Bastogne-Lieja, pero difícilmente la Milán-San Remo, mientras
que Freire reúne condiciones para ganar todas las pruebas.
Se viene hablando de etapas cortas para favorecer el espectáculo, aunque
son los corredores los que hacen duras las carreras. Para buscar espectáculo,
se puede poner alguna dificultad que evite el bloqueo por parte del
equipo del líder o de los sprinters.
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