Los ciclistas españoles volvieron a protagonizar el Tour de la 'limpieza' en la segunda cita con los Pirineos y si en la 15ª etapa era Escartín quien lograba escribir una brillante página en la ronda gala con su ataque desde muy lejos finalmente coronado en Piau-Engaly, en la 16ª fue David Etxeberria quien se apuntó el triunfo en la meta de Pau, logrando su segunda victoria en esta edición de la Grande Boucle.
Etxeberria impuso su punta de velocidad en una apretada llegada junto al colombiano Carlos Contreras, el italiano Alberto Elli, el kazajo Alexandre Vinokourov, José Luis Arrieta y su compañero de equipo Marcos Serrano y logró su segunda etapa en el Tour, tras la de la 12ª etapa en Saint Flour. Si lejos quedaban ya los triunfos de Miguel Indurain y Pedro Delgado en Francia, este año el ciclismo español ha vuelto a recobrar el protagonismo en la primera carrera del mundo por etapas y el recuento del próximo domingo en París será el más importante desde la retirada del campeón navarro.

Mayoría de edad
Si Escartín lograba la primera victoria en un final en alto desde que en 1990 Miguel Indurain lo hizo en Luz Ardiden, y ponía pie y medio en el podio, en la 16ª etapa el triunfo de Etxeberria, primer español que logra dos victorias en dos etapas en línea en la 'Grande Boucle' desde 1973, en que lo hizo Luis Ocaña, corona la mayoría de edad del ciclismo español desde la retirada del pentacampeón del Tour.
Además, esta edición de la prueba francesa ha destapado, junto a un Fernando Escartín campeón, a una joven generación de ciclistas que llevaban un par de años apuntando cosas importantes pero que no terminaban de explotar, como Etxebarria o Angel Casero. Así, el corredor vasco, a sus 26 años, se ha soltado un extraordinario Tour con dos etapas y posiblemente un puesto final entre los diez primeros, mientras que el campeón de España ha dado muestras de lo que apuntaba hace unos años cuando corría en Banesto. Todo ello sin olvidar a Manolo Beltrán, fuera ya de la prueba debido a una caída, o las sorpresas de Francisco García y José Luis Arrieta.

Escartín atacó en el Aubisque
En la segunda etapa pirenaica había montaña para dar guerra, pero la lejanía del último puerto, el Aubisque, a la meta pedía tomarselo con mucha calma a todos los corredores tras la paliza del día anterior. Y así, a pesar de ir rápido Fernando Escartín, tras intentarlo tímidamente en la subida al Tourmalet, en donde Abraham Olano en su lastimoso sufrir por las cumbres francesas ya comenzaba a pasarlo mal, volvió a mover la carrera en la subida al Aubisque.
Allí, un ataque del corredor maño provocó que Olano, que había conseguido contactar en el descenso del Tourmalet, Richard Virenque y Laurent Dufaux, su gran rival en la lucha por el podio, mostraron sus debilidades y el de Biescas no desaprovechó la oportunidad de sentenciar su presencia en el 'cajón' de París. Por delante marchaba un grupo que había saltado con anterioridad y en el que se encontraban Tonkov, Elli y Etxeberria, al que luego se sumarían más unidades.

Más de cuatro minutos
A partir de la cima del Aubisque hasta la meta la etapa se convirtió en una lucha entre los Kelme (Contreras y Escartín) y los Banesto (Arrieta y Zülle) contra Saeco, Polti y ONCE. Fueron 50 intensos kilómetros en los que el líder Lance Armstrong volvió a dar una vez más la cara y a demostrar que es un merecido campeón de este Tour. El norteamericano no tuvo ningún reparo en pasar al relevo junto a Escartín y Zülle a pesar de que la lucha no iba con él. Más atrás, Olano, Virenque y Dufaux veían cómo no conseguían recortar la ventaja y, de paso, se les escapaba el podium de París. Al final, en la meta Etxebarria se apuntaba el triunfo, mientras que algo más atrás entraba el grupo de Escartín, que aventajaba en 1:48 a Dufaux y Virenque, circunstancia que le permitirá al de Biescas afrontar la contrarreloj del próximo viernes con más de 4 minutos de ventaja sobre el suizo.