El equipo Once-Deutsche Bank dio un golpe de mano al Tour de Francia en la segunda etapa, disputada entre Challans y Saint-Nazaire sobre 176 kilómetros, al conseguir quedar descolgados a tres de los favoritos para ganar la carrera, el suizo Alex Zülle, el italiano Iván Gotti y el holandés Michael Boogerd, quienes perdieron más de seis minutos.

Una caida rompió la etapa
El conjunto que dirige Manolo Saiz aprovechó una caída multitudinaria en el Paso de Gois, a mitad de carrera, y el fuerte viento reinante, para tirar a bloque junto al equipo del líder, el US Postal, y dejar atrás a Zülle, Boogerd y Gotti, cuyos equipos no pudieron reaccionar. La etapa fue ganada por el belga del equipo Mapei Tom Steels, que se impuso al sprint al estonio del Casino Jan Kirsipuu y al italiano de Saeco Mario Cipollini, con un tiempo de 3 horas, 45 minutos y 32 segundos.
Kirsipuu, además, se convirtió en nuevo líder de la clasificación general, arrebatando el maillot amarillo al estadounidense Lance Armstrong (US Postal), debido a los segundos de bonificación logrados en los sprints especiales. La etapa comenzó, según lo previsto, con algunos pequeños escarceos en el pelotón, y tímidos intentos de escapada de algunos corredores que no superaban el medio minuto. Primero fue el italiano Gianpaolo Mondini (Cantina Tollo); luego un trío formado por Damian Nazon (La Frangaise des Jeux), Henk Vogels (Credit Agricole) y Carlos Da Cruz (Big-Mat); y después Jacky Durand (Lotto). Con el estonio del Casino Jan Kirsipuu sumando segundos de bonificación en los sprints especiales, el momento clave de la carrera llegó en el kilómetro 82, en el Paso de Gois, en el que se produjo una caída multitudinaria en un estrecho camino que se encontraba mojado por el agua del mar.

Las bonificaciones dieron un nuevo líder
La caída, unida al fuerte viento reinante, provocó que el pelotón quedara cortado en varios grupos, con el líder, Lance Armstrong en cabeza, junto a unos 75 corredores, con el equipo Once-Deutsche Bank y US Postal tirando a bloque para hacer hueco. Detrás quedaron tres de los favoritos: Michael Boogerd, Iván Gotti y Alex Zülle con todo el equipo Banesto, que fueron perdiendo tiempo a medida que pasaban los kilómetros, ya que los equipos implicados no se ponían de acuerdo a la hora de hacer los relevos.
La diferencia aumentó hasta los 3'25" a 33 kilómetros de la llegada, en el sprint especial de Chauve, en el que Jan Kirsipuu lograba el maillot amarillo al sumar otros seis segundos de bonificación. En el Puente de Saint-Nazaire, considerado cima de cuarta categoría, a diez kilómetros de meta, el grupo de cabeza se estiró por los ataques de corredores del Vitalicio, encabezados por Álvaro González de Galdeano. En ese punto, la diferencia con el grupo perseguidor era de 4'48". Al final, el grupo de cabeza se jugó la victoria de etapa al sprint y, sorprendentemente, el belga Steels se impuso al gran favorito, Mario Cipollini, y al nuevo líder de la general, Jan Kirsipuu. El grupo perseguidor entró a seis minutos y dos segundos.