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El Reto MARCA - Aconcagua'06

El diario de Roberto Palomar

Adiós al Aconcagua

Nos hemos largado. Ya no estamos en el campo base del Aconcagua. Adiós al saco gordo de la cremallera estropeada. A orinar a favor de viento para no ponerse perdido. A las galletas, duras como piedras, del desayuno. A las piernas cansadas. A la respiración agitada. A la pulcritud de Theresa Zabell. A los silencios de Escartín. ...

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La experiencia de Juanito Oiarzabal

“Incluso pensamos en darnos la vuelta”

Allá en la base de la Canaleta, aún a más de 6.000 metros, antes de exponerse de nuevo al azote de un viento terrorífico, las palabras de Juanito Oiarzabal eran agónicas. Su voz de serrucho viró a la de un tipo que se ahoga. Entre estertores, el montañero relató por la radio lo que estaba pasando: “No he podido contactar desde la cumbre porque hacía un frío terrible.

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La crónica

El paso mítico del Aconcagua

16/12/2005

La Canaleta: aquí se decide la ascensión

Roberto Palomar. Madrid

Dicen que cada montaña tiene su sitio mítico, lugares donde los alpinistas han escrito gestas legendarias: el escalón Hillary en el Everest, el muro Signeur en el Makalu, el muro Kinshofer en el Nanga Parbat… El Aconcagua también tiene su llave hacia la cumbre. Es la temida y respetada Canaleta.

Con un poco de suerte, los miembros de la expedición Reto Marca Aconcagua 2006 no olvidarán nunca la Canaleta. Con un poco de suerte porque hacer falta tener fortuna para llegar hasta allí, hasta ese paso a 6.600 metros de altura que marca el éxito o el fracaso del intento a cumbre.

El mito

La Canaleta, como sucede con otros pasos legendarios en otras grandes montañas, tiene su parte mitológica. Seguramente, transmitida de un montañero a otro ante la dificultad que representa salir hacia arriba, la única salida natural, hacia el collado de Guamaco, que une la cima principal con la cima sur.

La mitad abandona

Aproximadamente, la mitad de los abandonos en los intentos a cumbre se producen en ese punto. Es aquí donde la huella, que viene serpenteando por la ladera, deja de hacerlo para ir por la vía directa hacia la cumbre. Eso supone afrontar la máxima pendiente de la ascensión y eso sucede después de casi seis o siete horas de esfuerzo continuado y a una altura en la que las fuerzas empiezan a abandonar al alpinista. Y no sólo las fuerzas, también la voluntad.

Terreno incómodo

Uno de los mayores inconvenientes de la Canaleta es el terreno. Los alpinistas pasan de transitar por una huella más o menos compacta, a intentar caminar por la morrena, una superficie formada por piedras sueltas y desiguales que dificultan el agarre e incluso el correcto equilibrio. Es ahí cuando los mitómanos de la Canaleta pasan a afirmar que "das un paso adelante y dos hacia atrás". La paciencia, no cebarse, no caer en la desesperación y subir exactamente por donde dicen los guías, ayudan bastante a la obtención del éxito. En cualquier bibliografía del Aconcagua, todos los consejos sobre la Canaleta tienen algo en común: hay que subirla por la derecha. El único consuelo de quienes transitan por esa zona es el abrigo del viento. Se viene de subir por una zona más expuesta, el Gran Acarreo, y el cambio de rumbo proporciona un abrigo que se agradece antes de salir al collado que lleva a la cumbre. Pero ni siquiera el hecho de salir con fuerzas de la Canaleta es una garantía de éxito. El collado de Guamaco puede transitarse en cuarenta minutos… o en tres horas. También hay alpinistas que ahí, a tiro de piedra de la cumbre, se dan la vuelta ante la imposibilidad de seguir, abandonados por las fuerzas.

Ojo con la bajada

Como ya es conocido, más de la mitad de los accidentes en montaña se producen en la bajada. En el Aconcagua, por la cara norte, no es una excepción. La Canaleta se baja con el agotamiento de una subida exigente, con la euforia de haber conseguido cumbre o la desesperación de haberse quedado en el camino. Y es ahí donde puede suceder alguna caída. Con todo, el peligro de la Canaleta no es caerse. Es perderse. En una jornada con niebla o con el famoso y cegador viento blanco del Aconcagua, es relativamente fácil no encontrar la salida adecuada hacia abajo.

Las crónicas

Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón (Madrid)

La Expedicin