El Reto MARCA - Aconcagua'06

08/01/2006

"Rumbo al Aconcagua "

Roberto Palomar

Sobre las nueve de la noche, los expedicionarios están citados en la T-1 del aeropuerto de Barajas. Alguno va a llegar con el tiempo justo porque, hasta el último momento, van a estar trabajando. Es el caso de José Emilio Amavisca, comentarista habitual de los partidos del Real Madrid que se transmiten en PPV y que tendrá que trabajar esta tarde, comentando el choque ante el Villarreal. Lo hará desde Madrid. En cuanto pite el árbitro, saldrá disparado hacia el aeropuerto.

Los atletas, aunque también trabajen hoy, tendrán más tiempo para llegar al avión. Martín Fiz y Chema Martínez estarán en el cross de Fuensalida. Uno (Chema) lo correrá con opciones de ganarlo; otro (Martín Fiz) hará los comentarios para La2. En el caso de Martín, llegará al aeropuerto bien cargado. Juanito Oiarzabal va a aprovechar el desplazamiento tempranero del atleta para que se lleve las bolsas de comida.

El resto no tendrá problemas para llegar aunque, como en el caso de Gervasio Deferr, lo harán tocados. El gimnasta lleva unos cuantos días con molestias en la garganta. Será el primer trabajo para el médico de la expedición, Juan Gandía. Ambos han tenido ya un contacto telefónico. “Hay días de sobra para recuperarlo”, asegura el médico. “Hasta que iniciemos la marcha de aproximación, tenemos tiempo”.

Para Juanito Oiarzabal, la aventura de sus expediciones comienza en el mismo mostrador de facturación: “Es verdad, ahí empieza la aventura. Estoy acostumbrado a ‘pegarme’ con los empleados de las distintas líneas aéreas para que nos dejen meter más peso de lo normal y que no nos cobren mucho. Una expedición mueve más kilos de lo que la gente se cree”. De cara al Aconcagua, está previsto que Juanito y su equipo mueva más de quinientos kilos entre equipo personal, equipo común, equipo técnico para transmisiones y comida.

En el caso del Reto Marca, no hará falta ‘cascarse’ con nadie. Aerolíneas Argentinas ha dado todas las facilidades tanto en el transporte de los bultos como en la comodidad de los deportistas.

La expedición aterrizará mañana a primera hora en Buenos Aires y, tras un cambio de avión y de aeropuerto, tomarán otro vuelo hasta Mendoza, la puerta de todas las expediciones al Aconcagua: “Eso sí que va a ser una aventura”, apunta Juanito, “cruzar Buenos Aires de un extremo al otro con cuarenta petates. Del aeropuerto de Ezeiza hasta Aeroparque. Eso va a ser lo más parecido a la montaña”. Uno de los contrastes será el clima. Del duro invierno en España al verano austral, con temperaturas que superan los treinta y cinco grados en Mendoza.